“De-banking”: el ataque silencioso a los medios de la oposición

Fuente: Multipolar Magazin

Los bancos en Alemania están cancelando cada vez con más frecuencia, e injustificadamente, las cuentas de periodistas y empresas de medios de comunicación críticos con el gobierno: alrededor de 40 veces desde 2020, según una investigación de Multipolar. Los principales medios de comunicación financiados por el Estado están alimentando esta politización de la gestión de cuentas y poniendo a los bancos bajo presión. Una investigación sobre el alcance y el trasfondo de un fenómeno que hace tambalearse a la libertad de prensa.

HAKON VON HOLST, 24 de junio de 2024

Si investigas y trabajas como periodista, una cuenta es la base financiera de tu trabajo. De lo contrario, la libertad de prensa sólo puede utilizarse en el tiempo libre. Pero desde hace algún tiempo, ya no se puede depender de una cuenta. Los bancos cancelan cada vez más las cuentas de los medios de comunicación y de los periodistas críticos con el gobierno. Ya existe un término para este fenómeno: „de-banking“.

Los casos más recientes son la revista en línea Manova y el portal de Internet Apolut. Manova es leída por unos 100.000 visitantes al mes. Los autores debaten sobre la pobreza y la injusticia, critican los envíos de armas, las acciones de Israel en la Franja de Gaza y la política sobre el coronavirus. No es casualidad que la revista mantenga su cuenta de donaciones en el GLS Bank, entidad financiera que no concede préstamos para armamento porque, según ellos, las armas contribuyen a la «escalada de los conflictos».

Apolut, cuyas opiniones políticas son similares a las de Manova, también trabajaba con el mismo banco. En aquella época, el portal aún se llamaba KenFM. La cancelación, en primavera de 2021, no fue una sorpresa. En diciembre de 2020, el banco había criticado al medio, al que calificó de plataforma online «que sospecha regularmente de conspiraciones». Como la cuenta se mencionaba en los llamamientos a donaciones, «se creó erróneamente la impresión» de que se apoyaba a KenFM. Según la directora gerente de Apolut, Lena Lampe, el portal perdió «alrededor del 50% de las donaciones permanentes» a la cuenta en el GLS Bank.

En la primavera de 2024, llegó la siguiente cancelación. Afectaba a la nueva cuenta de Apolut en un pequeño Volksbank de Pirna, Sajonia. Allí no había habido diferencias ideológicas. El banco es conocido por su política empresarial libre y alberga a «disidentes» de un amplio espectro político. El canal de noticias ruso Russia Today se alojó ahí después de que Commerzbank pusiera fin a su relación comercial en 2021. La Alianza Sahra Wagenknecht abrió una cuenta en Pirna, al igual que el Partido Marxista-Leninista de Alemania y varios medios de comunicación de la oposición. El fundador de Apolut, Kayvan Soufi-Siavash, recuerda que le recibieron «con los brazos abiertos».

Pero entonces llegó la cancelación, sin justificación alguna. No se ve ninguna razón en particular: ni depósitos en efectivo sospechosamente altos, ni cuenta en descubierto, ni uso comercial de una cuenta privada, ni un cambio significativo en la información ofrecida o en las actividades de Apolut. ¿Qué pasó en Pirna? Según rumores procedentes del banco, la presión «simplemente se había hecho demasiado grande».

Politización de la gestión de cuentas

Una mirada retrospectiva: A finales del verano de 2000, la prensa informó sobre el Postbank, entonces todavía de propiedad estatal. El tema: conexiones empresariales con partidos de «extrema derecha». Como consecuencia, el Consejo de Administración del banco decidió cancelar las cuentas de determinados partidos y organizaciones para «contribuir de forma importante a la higiene política». Esto afectó, entre otros, al partido «Die Republikaner» y, el 5 de enero de 2001, al semanario «Junge Freiheit».

Las críticas llegaron entonces de la Asociación de Periodistas de Berlín (JVB). Su presidente, Alexander Kulpok, responsable profesional del teletexto en ARD, habló de «ataque a la libertad de prensa». Un banco no puede «llevar a la ruina a un medio de comunicación sólo porque no le guste su orientación política». Sus palabras pudieron leerse en el diario Taz, sin ningún guiño a «Junge Freiheit», a pesar de su orientación política opuesta. Tras un llamamiento de protesta del periódico afectado, con «más de 500 firmas de apoyo», Postbank retiró la cancelación.

Más de una década después, el 12 de diciembre de 2013, una mujer de Múnich recibió una extraña llamada telefónica. Un empleado de Commerzbank le informó de que no se podía mantener la autorización de la cuenta de su hijo. No había más información sobre la persona. La persona en cuestión era Kerem Schamberger, de 27 años, crítico del banco y activo en el Partido Comunista Alemán en aquel momento. La organización estaba siendo investigada por la Oficina de Protección de la Constitución. La madre escribió un correo electrónico al banco: «¿Qué era esa llamada? Commerzbank respondió cancelando la cuenta, poniendo fin así a una relación comercial de 45 años, sin dar ninguna razón. El caso saltó a los medios de comunicación. «¿Es este el pistoletazo de salida para la gestión política de cuentas?», se preguntó el Süddeutsche Zeitung.

Como informó el Taz, Commerzbank canceló las cuentas privadas de Stefan Engel, jefe del Partido Marxista-Leninista, y de su socio en 2009. Según Focus, los empleados del banco rastrean regularmente los informes de la Oficina de Protección de la Constitución «para identificar entre sus clientes a sospechosos de ser enemigos de la Constitución». Commerzbank es en parte propiedad del Estado.

Conflicto de Palestina e Israel

Las organizaciones judías también se ven afectadas. Según un informe de Deutsche Welle, a la rescisión en 2016 le siguió «el primer cierre» de una cuenta «de una organización judía en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial». El trasfondo fue el apoyo a la campaña pro-palestina BDS por parte de la organización «Voz Judía por una Paz Justa en Oriente Medio». Sin embargo, tras la protesta pública, a la organización se le concedió de nuevo una cuenta en el Bank für Sozialwirtschaft – hasta que la relación comercial fue finalmente terminada en 2019. El banco declaró que «no era la plataforma adecuada para el debate en torno a la campaña BDS». «Debido a la conexión de la cuenta con la Voz Judía», sin embargo, fue “cada vez más convertida en una”.

El publicista judío Abraham Melzer también perdió una cuenta con Commerzbank en 2016. Según el Taz, las cancelaciones «seguían siempre el mismo patrón»: «Después de que los afectados se enteraran, se ponía en contacto con ellos el periodista Benjamin Weinthal, del periódico israelí de derechas Jerusalem Post, que siempre estaba bien informado sobre estos acontecimientos». En el caso de Jewish Voice for a Just Peace, Weinthal fue incluso el impulsor de la cancelación del banco».

La Sparkasse de Berlín se convirtió en el nuevo puerto de la Voz Judía. Pero el 25 de marzo de 2024, el banco bloqueó la cuenta. La Sparkasse habría solicitado una lista de todos los miembros con sus direcciones antes del 5 de abril. La asociación no accedió porque «no era asunto del banco». Según Iris Hefets, el banco canceló entonces la cuenta e informó a la asociación, a través de sus abogados, de que La Voz Judía infringía la ética del banco.

La organización había puesto previamente la cuenta a disposición del Congreso Palestino de Berlín. La organización sospecha que éste fue el motivo del bloqueo. El 12 de abril, la policía puso fin al acto poco después de comenzar. El exministro griego de Finanzas Yanis Varoufakis era uno de los oradores invitados. Ocupó el cargo en 2015 como miembro sin partido de la «Coalición de la Izquierda Radical» (Syriza). Varoufakis estaba en busca y captura cuando se celebró el acto, ya que tenía prohibida la entrada en el país. Por ello, el médico Ghassan Abu-Sittah tampoco pudo asistir. El Tribunal Administrativo de Potsdam dictaminó posteriormente que la prohibición de entrada al médico británico-palestino era ilegal.

La crisis del coronavirus como catalizador

A partir de 2021, las cancelaciones de cuentas también aumentaron rápidamente entre los publicistas de la oposición y las empresas de medios de comunicación. Los críticos de las medidas en otras profesiones se vieron afectados antes: el otorrinolaringólogo Bodo Schiffmann en el Deutsche Bank (2020), el abogado Markus Haintz en la filial del Commerzbank Comdirect (octubre de 2020) y en el Deutsche Kreditbank (enero de 2021), una empresa del Bayerische Landesbank. La asociación «Mediziner und Wissenschaftler für Gesundheit, Freiheit und Demokratie», con el científico financiero Stefan Homburg y el médico Sucharit Bhakdi en la junta directiva, tuvo que buscar una alternativa a partir de febrero de 2021. La cuenta en el Apotheker- und Ärztebank había estado «en números rojos de seis cifras». La nueva cuenta bancaria en el GLS Bank sólo duró unos días. La asociación se quedó temporalmente sin cuenta.

En abril de 2021, Volksbank Beckum-Lippstadt canceló a la productora cinematográfica OVALmedia, compuesta por 50 personas, a raíz de dos artículos publicados el mes anterior en el periódico Tagesspiegel. El periódico berlinés escribió en el titular que la empresa difundía «mentiras conspirativas» y apoyaba a «antivacunas y trivializadores del coronavirus». OVALmedia también filmó en su momento las reuniones del „Coronaauschuss“. Muchos científicos críticos con las medidas aparecieron allí como invitados a entrevistas. Aquellos programas obtuvieron una amplia difusión gracias a OVALmedia. Se dice que la cuenta de la empresa en cuestión había recibido muchas solicitudes de donaciones. Por ello, la empresa temió sufrir graves pérdidas económicas. Las averiguaciones en el banco revelaron «que otro cliente se había quejado del trabajo mediático de la empresa».

El filósofo Gunnar Kaiser (1976-2023) también se hizo popular por criticar las medidas contra el coronavirus. Sus aportes alcanzaron los 250.000 suscriptores en YouTube. Kaiser pidió inicialmente donaciones a una cuenta de un importante banco alemán. En agosto de 2022, Kaiser publicó una carta de cancelación del banco online y señaló que nunca había estado «en números rojos». Su nuevo domicilio era un banco de Lituania.

En enero de 2021, la cadena estatal rusa RT anunció la contratación de 200 nuevos empleados en Alemania. Un mes después, Commerzbank canceló su contrato. El medio intentó sin éxito obtener una cuenta en una veintena de bancos, a pesar de contar con un considerable presupuesto anual de 30 millones de euros. Un ciudadano alemán del sector financiero inició las negociaciones en nombre de RT. Al parecer, varios directores de banco le dijeron que tendría problemas con la Autoridad Federal de Supervisión Financiera (Bafin) si entablaba relaciones comerciales. Bafin lo negó.

Anselm Lenz fue uno de los primeros en criticar las medidas. Ya en marzo de 2020 organizó protestas en las calles de Berlín. Al mismo tiempo, perdió su puesto de redactor en el diario Taz. A partir de abril de 2020, Lenz publicó «Demokratischer Widerstand» (Resistencia Democrática, N.d.T.) junto con Hendrik Sodenkamp. El semanario llegaba a muchos buzones y se distribuía como un panfleto. Al principio la base organizativa fue una asociación, más tarde los redactores fundaron una editorial como sociedad anónima. Según informó Lenz a Multipolar en respuesta a una consulta, entre 2020 y 2023 se cerraron un total de 13 cuentas corrientes relacionadas con el semanario a instancias de los bancos, incluida una caja de ahorros.

Boris Reitschuster dirigió la oficina moscovita de Focus durante 16 años. Más tarde creó su propia empresa. A menudo ponía en aprietos al portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, en la Conferencia Federal de Prensa. Reitschuster se convirtió en uno de los críticos más destacados de la política sobre coronavirus. Se dice que en mayo de 2021 su sitio web alcanzó los 17,5 millones de visitas. También competía con diarios de mayor tirada. Ese mismo mes, Reitschuster informó de dos despidos: Dijo que perdía una cuenta corriente puramente privada con ING Bank y su cuenta pública de donaciones con N26 después de más de 20 años.

En septiembre de 2022, Reitschuster informó de que el cuarto banco había puesto fin a su relación comercial con él en el plazo de un año. Bankhaus Bauer, banco «conocido como conservador», le había aceptado como cliente un año antes con pleno conocimiento de sus actividades periodísticas. Ahora el banco estaba «presionado», actuando «en obediencia anticipada» o en «sumisión voluntaria al zeitgeist». Comenzó con que el banco ya no quería ver su nombre en la página web, pero al final no habría sido posible continuar con la cuenta de donaciones si se hubiera eliminado completamente el IBAN de la página web. Como consecuencia, Reitschuster perdió muchas órdenes permanentes de donativos.

El papel de los principales medios de comunicación

El Taz es prestatario del Banco GLS y mantiene cuentas corrientes en él. El 17 de mayo de 2018, el diario informó sobre cartas de protesta de clientes de GLS. Les molestaba que la Fundación Desiderius Erasmus, afiliada a AfD, también tiene una cuenta bancaria en el banco con sede en Bochum. GLS Bank canceló la cuenta el mismo día.

«Con simpatías hacia negadores del covid», titulaba el diario Taz en septiembre de 2020, con el GLS Bank anunciándose como “particularmente ético” pero ofreciendo “una cuenta al ideólogo de la conspiración Ken Jebsen”. Dos semanas más tarde, apareció una crítica en el blog de GLS Bank que aparentemente se refería al fundador de KenFM: «Desde el coronavirus», «los medios online especializados en conspiraciones se han hecho cada vez más populares». Tres meses después, el banco abordó por segunda vez su dolor de estómago y mencionando a KenFM.

En enero de 2021, Google eliminó el canal de YouTube de Jebsen, que contaba con 500.000 suscriptores. Poco después, el GLS Bank le canceló la cuenta. En el sitio web se afirmaba: «En raras ocasiones, el GLS Bank cancela cuentas si es evidente que las políticas comerciales de los clientes no están en consonancia con los valores y criterios del GLS Bank.» KenFM se puso en contacto posteriormente con unos 40 bancos, sin resultado alguno. Cuando quedó claro que la emisora no conseguiría una cuenta, se fundó Apolut GmbH. La marca KenFM era cosa del pasado.

En febrero de 2023, Redaktionsnetzwerk Deutschland informó de que la emisora Russia Today y la agencia de vídeo estatal rusa Ruptly tenían cuentas en Volksbank Pirna. A continuación, el tono se agudizó: en noviembre, el «Tagesspiegel» escribió sobre Sahra «Wagenknecht y un banco insólito». La asociación para la fundación de su partido había abierto allí una cuenta para donativos. Se decía que el director del banco, Hauke Haensel, consideraba «criminalmente estúpida» la cancelación de la asociación energética con Rusia.

Además, el banco, con sede en Pirna, había hecho caso omiso, al parecer, de las sanciones impuestas a las empresas de comunicación rusas. En Apolut, el banco también tenía un cliente en cuya plataforma «se trivializaba la guerra de agresión rusa contra Ucrania». Sin embargo, el «Tagesspiegel» no dio ningún ejemplo de tal infracción penal. Apolut también da espacio a la visión rusa del conflicto con contribuciones de Rainer Rupp y Thomas Röper.

El fundador de Correctiv, David Schraven, contribuyó rápidamente a que la investigación de Tagesspiegel fuera más conocida. Bajo el titular «Los extremistas confían en este banco», abordó también la relación con Apolut y calificó a Ken Jebsen de «ideólogo de la conspiración». Cuando el periódico Bild intervino dos semanas más tarde, Schraven continuó: «Noticias del Volksbank en el que confían los extremistas», tituló el periodista y trató de demostrar que el banco tenía una postura favorable a Rusia. Correctiv ha recibido 2,5 millones de euros de financiación estatal a lo largo de los años. Sin embargo, la empresa subraya que no recibe ninguna ayuda estatal para su trabajo editorial. Las subvenciones son para «educación mediática y apoyo estructural».

Pirnaer Bank tiene una entrada en Wikipedia desde el 3 de febrero de 2024. En abril, el texto se completó con críticas de «Tagesspiegel» y «Correctiv». El 8 de febrero de 2024, el banco notificó su rescisión a Apolut GmbH. Preguntado por Multipolar, el Volksbank no quiso comentar los hechos. Las consultas escritas y telefónicas no condujeron a nada. A finales de marzo, Apolut anunció una nueva cuenta de donaciones en el extranjero. Un internauta protestó rápidamente ante el banco lituano por haber entablado relaciones comerciales con «propagandistas rusos».

Los bancos suizos también responden a la prensa negativa. En junio de 2022, Kontrafunk lanzó lo que describe como una emisora de radio por Internet «liberal-conservadora y burguesa». Su fundador, Burkhard Müller-Ullrich, incorporó a periodistas de renombre. El 10 de julio de 2022, el destacado diario «Blick» publicó en su edición dominical: «Las vías conducen a habitaciones vacías». La emisora tiene su sede en Cham, en el cantón de Zug. Como saben los suizos, se trata de una zona del país conocida como paraíso fiscal. En el «destartalado edificio de oficinas» no había «nadie», continuaba: «un largo pasillo, habitaciones vacías…». Algunas fotos como prueba.

Müller-Ullrich, descrito en Blick como periodista alemán, es en realidad ciudadano suizo. Considera que la descripción como empresa fantasma es «pura calumnia». Al parecer, el reportero de «Blick» no entró más en el edificio, «probablemente por miedo a que alguien se hubiera acercado a preguntarle qué hacía aquí». Kontrafunk «ciertamente tenía allí sus oficinas» e incluso empleaba a una secretaria. Sin embargo, Müller-Ullrich señala que el Bankhaus Linth y otro banco cancelaron sus contratos «inmediatamente después» de que apareciera el artículo en Blick.

Presión organizada sobre los bancos

El periodista Alexander Wallasch trabajó en su día para grandes periódicos y brevemente para Boris Reitschuster. Ahora escribe principalmente en su propio portal de Internet. Cuando Wallasch pidió apoyo para su cuenta en Twitter en julio de 2022, un usuario llamó la atención de Solaris Bank. El equipo de redes sociales respondió: «Ya ha sido remitido a nuestro equipo». Wallasch escribe: «Unas 24 horas después, mis números de cuenta estaban efectivamente bloqueados y todavía estoy esperando una explicación del banco». En otoño de 2022, la cuenta de su diseñador web también se habría visto afectada, en el mismo banco. Desde entonces, Wallasch se había cambiado a Holvi Bank. Pero la nueva cuenta duró poco tiempo. Desde entonces, el periodista sólo pide donativos a través de PayPal.

Heimatkurier» es un medio de Austria. Los artículos aparecen en secciones con nombres como «intercambio de población», «emigración de retorno» o «extremismo de izquierdas». Inmediatamente después de las publicaciones de Correctiv sobre la reunión con Martin Sellner en Potsdam, la plataforma de campaña Aufstehn lanzó una petición sin precedentes. 9.000 personas firmaron el llamamiento «¡Ninguna cuenta para extremistas de derechas!» dirigido al banco N26. El banco respondió cancelando la cuenta del «Heimatkurier».

La noticia puso en escena a un grupo de seguimiento del movimiento identitario. «¿Hay gente aquí que haga de la investigación y publicación de cuentas de extrema derecha su principal tarea?», preguntó en Twitter. «Un trabajo importante y eficaz». El grupo enumera en su página web innumerables cuentas de asociaciones de distrito de la AfD. Más arriba están los datos bancarios de youtubers como Niklas Lotz (Neverforgetniki), Naomi Seibt y Peter Weber (Hallo Meinung). También están representados los medios MitteldeutschlandTV, AUF1, Info direkt y Freilich-Magazin.

Hay una dirección de correo electrónico junto a casi todos los números de cuenta. También se facilita un modelo de carta en tres idiomas: «Los círculos de derechas intentan destruir la convivencia democrática en Alemania difundiendo propaganda misántropa y fantasías de expulsión y derrocamiento». Al final de la carta, se lee: «Otros bancos y proveedores de servicios de pago le han dado un buen ejemplo». A continuación se hace un llamamiento a cerrar la cuenta.

Influencia del Estado

La fiscalía investigó al bloguero Hadmut Danisch, sospechoso de insultar a una figura política. El caso se archivó. Danisch mantenía una cuenta de donaciones en el Deutsche Bank. La Oficina Estatal de Investigación Criminal de Berlín solicitó una hoja de cálculo Excel con todas las transacciones de la cuenta durante dos años. La carta, fechada el 28 de marzo de 2023, terminaba con la frase: «Esta solicitud no puede servir de base para poner fin a la relación comercial.» El 5 de abril de 2023, Deutsche Bank puso fin a la relación sin dar razones y respondió a la solicitud de información el 21 de abril.

Estos casos podrían ser más frecuentes en el futuro. Porque si la ministra del Interior Nancy Faeser se sale con la suya, la información bancaria será «desburocratizada» por las autoridades de protección de la Constitución. Hasta ahora, la «competencia para las investigaciones financieras se limitaba a la incitación al odio y a los esfuerzos orientados a la violencia». En su lugar, ahora deberá tenerse en cuenta la amenaza potencial que suponen los sospechosos de extremismo. El factor «influencia social» podría ser relevante para ello. Se trata, por tanto, de los medios de comunicación.

El Ministerio del Interior define el extremismo como «esfuerzos que rechazan el Estado constitucional democrático y sus valores, normas y reglas fundamentales». Los detalles figuran en el artículo 4 de la Ley Federal de Protección de la Constitución. Por ejemplo, la agencia de inteligencia acusa colectivamente al diario «Junge Welt» de esforzarse por «establecer un orden social socialista-comunista» y de ser «el medio más importante y de mayor tirada del extremismo de izquierdas». Sin embargo, unas frases más adelante vuelve a afirmar restrictivamente: «Miembros individuales del equipo editorial y algunos de los autores habituales e invitados pueden clasificarse como pertenecientes al espectro extremista de izquierdas».

La petición de Nancy Faeser forma parte de un plan de 13 puntos contra el extremismo de derechas. Sin embargo, la ministra ya confirmó en la presentación del 13 de febrero de 2024 que los nuevos poderes se aplicarían del mismo modo a otras formas de extremismo. La Oficina de Protección de la Constitución ya está siendo criticada por sus amplios poderes. «Rastrea a las personas antes de que hayan cometido un delito: ningún otro servicio de inteligencia nacional en las democracias occidentales hace eso», dijo Mathias Brodkorb (SPD), ex ministro de Educación y Finanzas de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. La Oficina de Protección de la Constitución trabaja para excluir opiniones del discurso.

Al parecer, la emisora bávara Bayerischer Rundfunk quiere más derechos para el servicio de inteligencia. A principios del otoño de 2023, los reporteros de BR llamaron la atención del sector bancario sobre 109 cuentas bancarias y 38 cuentas de PayPal, refiriéndose en parte a informes de protección constitucional sobre los titulares de las cuentas. BR emitió el resultado en las noticias a las 7:00 a.m.: «Munich: Con la ayuda de la investigación de BR, se han cerrado con éxito cuentas de dinero de extremistas de derechas». El reportaje terminaba con una clara exigencia: «Un investigador del CeMAS criticado: Si bastan simples investigaciones de la prensa para que se cierren las cuentas, el Estado podría hacer lo mismo».

¿Qué hay detrás de todo esto?

Los bancos se separan cada vez más de las mentes críticas. El siguiente diagrama incluye las cancelaciones de publicistas y medios de comunicación, según ha podido investigar Multipolar hasta la fecha. Incluye los destinos de 24 personas, cada una con uno a cuatro casos de cancelación. Relaciones comerciales que habían durado años fueron a menudo terminadas – siempre sin justificación.

Cancelaciones de cuentas con medios de comunicación: azul: total de cuentas canceladas en años anteriores, rojo: nuevas cancelaciones (fuente: investigación de Multipolar, mayo de 2024)

La Autoridad Federal de Supervisión Financiera alemana (Bafin) escribe a Multipolar que las entidades de crédito están autorizadas a «cancelar cuentas sin dar una razón». Se trata de «decisiones de política empresarial que Bafin no comenta».

Una teoría es que la Oficina de Protección de la Constitución está influyendo en los bancos para que cierren cuentas. Sin embargo, según Bayerischer Rundfunk, «no hay base legal» para ello. El artículo 8a de la Ley Federal de Protección de la Constitución sólo permite obtener información, y sólo si existen «graves peligros». Sin embargo, si esto se «desburocratiza» realmente, los bancos pronto podrían pensarse dos veces si quieren enfrentarse a peticiones periódicas de las autoridades.

A finales de 2022, la banalización de la guerra se convirtió en un delito potencial. ¿Sería concebible que un banco fuera condenado por complicidad por tener una cuenta de un medio que recibía donaciones para el funcionamiento de una plataforma en la que se «banalizaba» regularmente la guerra? En este caso, dependería de si los banqueros sabían a qué se destinaban los fondos recibidos. Y si consideraban que el objetivo merecía ser apoyado. Si realmente se investigara el portal Apolut, al Volksbank Pirna le resultaría difícil excusarse de haber sabido algo al respecto. Después de todo, el «Tagesspiegel» ya había informado sobre ello – y de paso acercó al jefe del banco, Hauke Haensel, a Rusia.

Sin embargo, la autoridad de supervisión bancaria Bafin no es responsable de este asunto, como se desprende de una respuesta a una consulta de Multipolar. En su lugar, se interesa por si el dinero entrante está posiblemente relacionado con un delito «que pudiera constituir un delito subyacente al blanqueo de capitales». En este caso, el banco tendría que presentar un informe de actividad sospechosa.

El Índice Global de Desinformación e ISD Alemania ya están presionando para que se refuerce el Bafin. Ambas recibieron financiación del gobierno alemán en el pasado reciente. En 2021, las organizaciones publicaron un estudio sobre la financiación en línea de «grupos de odio» en Alemania, en el que pedían que la «posible financiación de actividades ilegales» formara «parte de las obligaciones de diligencia debida y los requisitos normativos de los bancos».

En Bafin, el principio es: «No todo lo que es legal es también legítimo». Hay un caso en el que un cliente bancario evadió impuestos y los banqueros se vieron implicados transfiriendo fondos al extranjero. No eran conscientes de la intención. Actuaron legalmente. Sin embargo, Bafin está investigando si este comportamiento tiene «implicaciones para la fiabilidad personal de los directivos». Esto pone bajo presión a la dirección del banco.

Aunque una condena por complicidad en la banalización de la guerra pueda parecer descabellada, las especulaciones de la prensa y los informes de los medios de comunicación sobre las investigaciones serían, de todos modos, el verdadero daño. El miedo a su propia reputación está impulsando a los bancos.

Perspectivas de un banco londinense

En julio de 2023, el activista del Brexit Nigel Farage volvió a los medios de comunicación. El banco puso fin a su relación comercial con el político. Farage no habría podido obtener una nueva cuenta en otros nueve bancos. Al principio, todo parecía muy sencillo. El periódico Süddeutsche informó: Cualquiera que quiera ser cliente del banco Coutts «debe tener al menos un millón de libras invertidas en el banco – o tener al menos tres millones de libras en ahorros». Y Farage era demasiado pobre.

Pero entonces salió a la luz un dossier interno. El banco trataba del político y de un riesgo para su reputación en la friolera de 40 páginas. El banco problematizó el hecho de que Farage hubiera hecho pública su relación con Coutts Bank. (Se han publicado muchas cosas negativas sobre él» en la prensa. Continúa diciendo que un comité considera que la continuación de los negocios bancarios con Farage es incompatible con la posición del banco en vista de «sus opiniones expresadas públicamente». El banco no quiere que se le «asocie con sus declaraciones». Hay diferencias de opinión sobre el cambio climátco o la cuestión de género (LGBTIQ).

El dossier enumera pruebas de comportamientos políticamente incorrectos. Farage había concedido una entrevista al mediático estadounidense Alex Jones, partidario de Donald Trump en la campaña electoral de 2016. Para él, la expansión de la OTAN hacia el este es una de las causas de la guerra en Ucrania. La revelación causó sensación. También porque un buen tercio de la empresa matriz del Coutts Bank es propiedad del Estado británico. El Primer Ministro Sunak comentó que no era correcto cancelar una cuenta porque una persona estuviera «ejerciendo su derecho a la libertad de expresión». El gobierno planea ahora una ley: en el futuro, se aplicará a las cancelaciones un plazo de preaviso de tres meses y deberán estar debidamente justificadas.

Clima de opinión antiliberal

Multipolar ha investigado a varios bancos. El clima de opinión cada vez más antiliberal es, por tanto, un factor clave en las cancelaciones, o visto al revés: una sociedad cada vez más abatida. En una encuesta de Allensbach en 2014, el 69% de los encuestados dijeron que todavía podían hablar libremente sobre sus opiniones políticas – para 2023, esta cifra había caído al 40%. Esto está claro: un centro político en desintegración que aún está dispuesto a escuchar y tolerar voces de distintos bandos.

Los bancos están en medio de todo. ¿Gestionar una cuenta de donaciones para un destacado medio crítico? Requiere una «resistencia asombrosa» a nivel directivo. El miedo a las críticas vilipendiantes de los diarios hace que se acobarden. El Consejo de Administración está atrapado entre dos frentes. Colegas, clientes del banco, periodistas, activistas y ciudadanos: la cúpula tiene que dar explicaciones. En primer lugar, al consejo de administración o de supervisión. La asociación de Volksbanks o cajas de ahorros no puede ser condescendiente con los bancos en cuanto a con quién hace negocios. Pero incluso una llamada telefónica hecha por preocupación por la reputación de la marca conjunta ejerce presión sobre ellos.

Esto arroja nueva luz sobre el caso de una empresa que desea permanecer en el anonimato. El medio fue objeto de crecientes críticas y perdió varias cuentas, pero sólo las que eran visibles públicamente como cuentas de donaciones. Según informes de círculos bancarios, es más económico despedir a 50 críticos que perder 5.000 clientes, incluidas grandes empresas, porque se acusa al banco de tener una imagen negativa.

Las entidades de crédito tienen poco interés en exponerse a las autoridades supervisoras. Bafin tiene muchas opciones. Por ejemplo, ordena «recargos de capital», es decir, obliga a las entidades de crédito a tener más fondos propios para cubrir mejor los depósitos bancarios de sus clientes. La autoridad puede hacer uso de esto, como escribe en respuesta a una consulta de Multipolar, «si una institución no tiene en cuenta los riesgos de reputación existentes que la autoridad supervisora considera significativos». Pero, ¿ha ocurrido esto alguna vez? Desgraciadamente, no dispone de estadísticas al respecto, responde un empleado de Bafin. A la hora de evaluar los riesgos para la reputación, lo relevante para la autoridad supervisora es si un hecho puede atraer la atención de los medios de comunicación. «También hay que incluir las redes sociales.

El Consejo de Administración del banco debe tener una reputación suficientemente buena. Según las directrices de la Autoridad Bancaria Europea (ABE), la idoneidad de los directivos debe revisarse «en caso de impacto material en la reputación de un miembro del órgano de dirección». Las infracciones de la normativa, los delitos penales o los procedimientos en curso dan lugar a ello. Pero también influyen «otros informes negativos que contengan información pertinente, creíble y fiable», es decir, meras sospechas. Bafin no quiso responder si es relevante que los grandes periódicos aleguen que un directivo mantiene estrechos contactos con extremistas. No comenta «casos hipotéticos». La fiabilidad de un directivo se decide «en cada caso concreto en función del candidato específico».

Consecuencias existenciales para los medios de comunicación

«En aquel momento perdimos alrededor del 50% de nuestros pedidos permanentes», dice Lena Lampe, Directora General de Apolut, recordando el final de KenFM. Ahora, tras la cancelación por parte de Volksbank Pirna, espera una situación similar. Programas elaborados como «Positionen» o «Zur Sache» alcanzaban a menudo cientos de miles de espectadores. Según Lena Lampe, estos programas ya no son económicamente viables desde 2021, como tampoco lo son «TreeTV» o «Die Macher».

Independientemente de este caso, una empresa de medios de comunicación con varios empleados denunció algo similar. La empresa lleva funcionando varios años y fue brevemente objeto de informes de prensa negativos en torno a 2018. No fue hasta 2022 cuando la empresa de medios de comunicación perdió tres cuentas seguidas. Un alto ejecutivo de la empresa escribió al respecto: «En todos los casos, naturalmente, escribimos a los simpatizantes pidiéndoles que establecieran una nueva orden permanente. Aproximadamente la mitad lo hace, la otra mitad se pierde». Si se suman todas las donaciones perdidas, las cancelaciones han costado hasta ahora al medio «una cantidad elevada de cuatro cifras, probablemente incluso más». Además, cada vez se necesitan de tres a cuatro días de trabajo para informar a los simpatizantes sobre la nueva cuenta.

Las asociaciones de periodistas guardan silencio

Los principales sindicatos de prensa aún no han criticado públicamente la medida. Como se mencionaba al principio, la Asociación de Periodistas de Berlín aún veía en 2001 un «ataque a la libertad de prensa». En aquel momento, fue «Junge Freiheit» la afectada. Multipolar se puso en contacto con la organización sobre las críticas anteriores y el caso actual de la empresa berlinesa Apolut, sin obtener respuesta. El portavoz de DJV, Hendrik Zörner, declaró que la organización no se hacía cargo del asunto.

La desbancarización no se problematiza en los informes anuales sobre libertad de prensa de «Reporteros sin Fronteras». Aunque se trata claramente de un problema creciente para la libertad de prensa, Alemania asciende en la clasificación de países ejemplares.

Qué puede hacerse al respecto

Los problemas sociales «requieren un debate intenso y sin censura si queremos encontrar alguna vez buenas soluciones para ellos», afirma el redactor jefe de la revista británica UnHerd. Una «discusión libre y honesta» es la única manera de unir a la gente. Las voces de la oposición también deben poder contar con servicios financieros básicos. No se les puede eliminar una cuenta.

Puedes defenderte de una cancelación con una medida cautelar, escribe a petición la especialista en derecho bancario Kerstin Bontschev. Los bancos ordinarios sí tienen derecho a cancelar una cuenta sin motivo, pero «no en un momento inoportuno». Este es el caso, por ejemplo, si el medio no tiene cuenta en ningún otro banco. Las cajas de ahorros públicas también deben respetar el derecho a la igualdad de trato consagrado en el artículo 3 de la Ley Fundamental alemana. Según la sentencia del Tribunal Federal de Justicia, toda cancelación requiere, por tanto, un motivo adecuado.

La Asociación de Cajas de Ahorros y Giro escribe: «Como entidades de crédito de derecho público, las cajas de ahorros deben facilitar el acceso a los servicios de crédito a todos los grupos sociales, particulares o empresas, independientemente de sus objetivos políticos.» Sin embargo, las cajas de ahorros toman decisiones diferentes en casos individuales. KenFM y Apolut fracasaron varias veces en su intento de abrir una cuenta en una caja de ahorros.

Es poco probable que el derecho legal a una cuenta básica sea una salida para los publicistas. Esto se debe a que el privilegio sólo se aplica a los consumidores, no a los empresarios. A partir de una determinada cantidad de donativos, apenas se puede hablar de uso privado de la cuenta. Las leyes de cajas de ahorros de algunos estados federados como Renania del Norte-Westfalia, Baviera o Brandemburgo prevén un derecho de cuenta para personas físicas en su propio ámbito empresarial, es decir, para personas, no para empresas o asociaciones. Según la Asociación de Cajas de Ahorros y Giro, no importa si se trata de un uso privado o empresarial. Sin embargo, una cláusula general de la ley permite a las cajas de ahorros negarse a abrir o mantener una cuenta si no es razonable.

Gobierno federal: «No tenemos conocimiento del fenómeno»

La oficina de prensa de la Secretaria de Estado para los Medios de Comunicación, Claudia Roth, dijo a Multipolar: «No tenemos conocimiento del fenómeno de cancelaciones de cuentas de medios de comunicación financiados por donaciones». En general, «la cuestión de si se puede abrir o cancelar una cuenta en un banco, y en qué condiciones, es ante todo una cuestión de derecho privado» y queda fuera de las competencias de la propia empresa. A la pregunta de si el Secretario de Estado sería favorable a una aclaración jurídica «en el sentido de que las cajas de ahorros que concedan una cuenta a los profesionales de los medios de comunicación también deben abrir una cuenta a cualquier otro profesional de los medios de comunicación que lo solicite», la oficina de medios de comunicación se limitó a remitirse a su respuesta anterior.

La oficina de Christian Lindner (FDP), superior a Bafin, escribe: «El Ministerio Federal de Hacienda no tiene conocimiento actualmente de ningún caso de empresas que tengan problemas para abrir cuentas corrientes en entidades de crédito alemanas. También nos gustaría señalar que la apertura de una cuenta corriente es una decisión de política empresarial que, por lo general, queda a discreción de la entidad de crédito en cuestión. Por el momento, no está previsto conceder a las empresas alemanas un derecho legal a abrir una cuenta corriente. Lo mismo cabe decir de la ampliación del actual derecho de los consumidores a una cuenta básica a las empresas o personas jurídicas, de conformidad con el apartado 1 del artículo 31 de la Ley de cuentas de pago».

La abogada Kerstin Bontschev discrepa: «La seguridad es necesaria para garantizar la libertad de empresa». La libertad de ocupación podría reducirse a cero si se deja a un empresario sin cuentas. El Estado exige impuestos, cierra las cajas a los que pagan, pero al mismo tiempo deja a las empresas sin derecho a una cuenta.

En las sociedades democráticas con libertad de prensa, todos los periodistas y medios de comunicación -incluidos los críticos con el gobierno- deben poder investigar y publicar sin que el Estado o los agentes privados les pongan obstáculos estructurales. El Estado tiene la responsabilidad de garantizarlo.

Sobre el autor: Hakon von Holst, nacido en 1999, participó en las protestas contra Stuttgart 21 como alumno, dejó los estudios sin titulación para continuar su formación de forma independiente. Trabajó en proyectos de permacultura desde 2016. Trabaja como periodista desde 2020, 2022-23 estudiando en la Academia Libre de Medios y Periodismo. Enfoque temático en política agrícola y finanzas, en particular el desplazamiento de efectivo. Publicaciones en el Berliner Zeitung, Manova y en el blog de Norbert Häring, entre otros.

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