„One Health“: Cuando se encuentran la bioseguridad y la Agenda 2030

Un plan para apoderarse de las cadenas alimentarias y los espacios naturales en nombre de la salud pública
Por Elze van Hamelen

Una versión más corta de este artículo se publicó en De Andere Krant en neerlandés.

Traducción de la versión inglesa: FP para OVALmedia

Según la ONU y los organismos asociados, la naturaleza y las cadenas alimentarias son fuentes de agentes patógenos con potencial pandémico. Para proteger a los ciudadanos de ellos, se ha desarrollado el enfoque „One Health“ («Una sola salud»): la ONU, los CDC, la UE, el RIVM, las universidades, las empresas y las ONG colaboran en todo el mundo para vigilar y anticiparse a los riesgos potenciales coordinando la colaboración a escala local, regional, nacional e internacional.

¿Se trata de un proyecto para ampliar el poder de la ONU y la OMS, permitiéndoles no sólo establecer la política sanitaria en caso de crisis, sino también tomar el control de las cadenas alimentarias y los espacios naturales en nombre de la salud pública?

One Health es un enfoque para diseñar e implementar programas, políticas, legislación e investigación en el que múltiples sectores colaboran e intercambian para mejorar la salud pública», se explica en el sitio web de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

«Muchos de los mismos microbios que infectan a los animales son nocivos para los humanos, y forman parte de los mismos ecosistemas».

Según la OMS, para combatir estos riesgos es necesaria una acción coordinada entre las organizaciones de salud pública, sanidad animal y medio ambiente. «Una sola salud» se centra especialmente en los riesgos para la seguridad alimentaria, las zoonosis -infecciones transmisibles de animal a humano- , la resistencia a los antimicrobianos, «y otros riesgos para la salud pública». La ganadería, en particular, se considera una fuente de zoonosis de alto riesgo.

One Health: ampliar la gobernanza de la bioseguridad con la Agenda 2030

Encaja perfectamente en lo que el filósofo Giorgio Agamben llama el paradigma de la bioseguridad. En el artículo «Bioseguridad y política», Agamben advierte de que el uso del terror sanitario es un medio de gobernar a través de los peores casos. Explica que se trata de un modelo de gobernanza totalmente nuevo: «el ciudadano ya no tiene derecho a la salud, sino que está jurídicamente obligado a la salud».

Dado que ya pocas personas se adhieren a filosofías o ideologías políticas, la seguridad o la salud son las únicas razones por las que los ciudadanos permiten restricciones de gran alcance en sus derechos fundamentales. Agamben: «el modelo de gobernanza de la bioseguridad demuestra que puede aplanar todas las relaciones políticas y sociales bajo el disfraz de la participación ciudadana».

A juzgar por las actividades que se han venido desarrollando en los últimos 10 años bajo el disfraz de «One Health», esta bioseguridad se está extendiendo a todo lo que pueda afectar a la salud. Empezando por nuestra alimentación y la naturaleza. La Comisión «One Health» enumera «algunas» áreas que «necesitan urgentemente empezar a aplicar el enfoque de „Una sola salud“, en todos los niveles de la educación, el gobierno, la industria, la política y la investigación, debido a la interconexión indeleble de la salud animal, ambiental, humana, vegetal y planetaria»:

– La producción agrícola y el uso de la tierra
– Los animales como transmisores para la detección y respuesta a agentes y contaminantes medioambientales
– Mitigación de la resistencia a los antimicrobianos
– Biodiversidad / Medicina de la conservación
– Cambio climático e impacto del clima en la salud de animales, ecosistemas y seres humanos
– Necesidades de la medicina clínica para la interrelación entre las profesiones sanitarias
– Comunicación y divulgación
– Medicina comparada: enfermedades comunes entre personas y animales como el cáncer, la obesidad y la diabetes
– Preparación y respuesta ante catástrofes
– Vigilancia, prevención y respuesta a las enfermedades, tanto infecciosas (zoonóticas) como crónicas / no transmisibles
– Economía / Sistemas complejos, Sociedad civil
– Salud medioambiental
– Seguridad alimentaria
– Comercio mundial y seguridad
– Vínculo humano-animal
– Conservación de los recursos naturales
– Riesgos laborales
– Sanidad vegetal y del suelo
– Educación profesional y formación de la próxima generación de profesionales de „One Health“
– Política pública y reglamentación
– Investigación, tanto básica como traslacional
– Enfermedades transmitidas por vectores
– Seguridad del agua
– Bienestar de los animales, las personas, los ecosistemas y el planeta

Fuente: One Health Commission

Antecedentes y financiación de «One Health“

La idea de «un mundo, una salud» fue planteada por primera vez por la Wildlife Conservation Society en una conferencia celebrada en Nueva York en 2004. A continuación, seis «organizaciones internacionales» no especificadas elaboraron un marco estratégico que se presentó en la Conferencia Internacional sobre la Gripe Aviar y la Gripe Porcina celebrada en Egipto en 2008. Ese mismo año se crean el Comité Directivo Conjunto de One Health (OHJSC) y una Comisión de One Health (OHC) con la ayuda de una «importante donación» no especificada de la Fundación Rockefeller.

El objetivo de la comisión es situar «Una sola salud» en el mapa mundial. La Fundación Rockefeller puso en marcha la iniciativa de redes de vigilancia de enfermedades (DSN) en 2007, con una inversión inicial de 22 millones de dólares. Es probable que una parte de esta cantidad haya ido a parar a la OHJSC, según informa la fundación: «Las redes mundiales de vigilancia de enfermedades forman parte de la visión del mundo «One Health». La Fundación Rockefeller reconoce que el contexto local y regional forma parte de una red internacional de relaciones, y que la gestión de las cuestiones sanitarias requiere acciones diplomáticas periódicas y un espacio comercial para los tecnócratas.» La Fundación Bill y Melinda Gates también está comprometida con el enfoque «One Health», es uno de los cinco componentes del programa «Grandes retos» en el que se ha invertido un total de 100 millones de dólares. Según el investigador Akio Yamada, estas «donaciones» muestran un cambio en el enfoque de las instituciones filantrópicas, que pasan de los temas monotemáticos a los proyectos intersectoriales y multidisciplinares.

„One Health“ en la UE, los Países Bajos y EE.UU.

A lo largo de los años se ha ido creando una verdadera infraestructura para un enfoque intersectorial coordinado -fuera de la vista del público en general- en todos los niveles posibles de gobierno.

Stella Kyriakides, Comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria de la UE, subraya la importancia de «Una sola salud» en su discurso en la Cumbre del G20 del 6 de septiembre de 2021: «‘One Health’ es una prioridad en la UE desde hace varios años. Está claro que necesitamos ampliar nuestros conocimientos sobre las condiciones medioambientales, así como la vigilancia, la detección y la acción colectiva en la interacción entre los seres humanos y los animales. Para lograr una unión sanitaria europea fuerte, pedimos que se elaboren planes de preparación europeos y nacionales que nos permitan afrontar mejor futuras crisis». En los últimos años hemos aprendido que estos «planes de preparación» tienen un gran valor predictivo.

En 2019, la UE ha establecido el programa conjunto europeo (EJP) en el que 44 laboratorios y centros de investigación de 19 estados miembros están comprometidos con el desarrollo del conocimiento en el campo de One Health y están trabajando en el establecimiento de un marco sostenible a través del cual las actividades de los institutos médicos, ganaderos y alimentarios estén alineadas e integradas. La Universidad holandesa de Wageningen (WUR) está implicada, y el RIVM (el CDC holandés) también desempeña un papel importante: Coordinó el desarrollo de una agenda estratégica y participa en 20 de los 29 proyectos del EJP. Para apoyar la cooperación internacional, el RIVM «participa en asociaciones con partes similares de otros países, y coopera con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC).

Wageningen también participa en el „Netherlands Centre for One Health“ (NCOH), una «red de innovación abierta». No sólo el RIVM y Wageningen participan activamente en la puesta en marcha de One Health en los Países Bajos: «Los Países Bajos son especialmente vulnerables a las enfermedades víricas, debido a los mosquitos y a la alta densidad de población y la intensidad de la ganadería», advierte el consorcio de investigación neerlandés One Health PACT, en el que colaboran expertos. El «portal One Health» ayuda a «profesionales del ámbito humano y veterinario».

Fuera de la UE y de los Países Bajos, el planteamiento de «Una sola salud» también está cayendo en terreno fértil en Estados Unidos: El Centro de Control de Enfermedades, la versión estadounidense del RIVM, escribe en su página web: One Health está ganando reconocimiento en EE.UU. y en todo el mundo como forma eficaz de abordar los problemas de salud causados por el contacto entre humanos y animales». One Health también forma parte de la «Estrategia Nacional de Biodefensa».

Una sola salud en la ONU

La ONU pone la guinda al pastel con la creación del «Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre One Health» (OHHLEP) en noviembre de 2020. Según el texto que figura en el sitio web, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la OMS, con Alemania y Francia a la cabeza, tomaron la iniciativa de crear el grupo de expertos. El 29 de abril, estas organizaciones de la ONU firmaron un «acuerdo pionero para reforzar la cooperación con el fin de equilibrar y optimizar de forma sostenible la salud de las personas, los animales, las plantas y el medio ambiente… El nuevo Memorando de Entendimiento cuatripartito proporciona un marco jurídico y formal para que las cuatro organizaciones aborden los retos en la interfaz entre los seres humanos, los animales, las plantas y los ecosistemas utilizando un enfoque más integrado y coordinado. Este marco contribuirá también a reforzar los sistemas y servicios sanitarios nacionales y regionales».

Las mismas organizaciones – FAO, OIE y PNUMA – fueron nombradas en la propuesta de modificación del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) para participar en la declaración de una crisis sanitaria internacional. Es interesante observar que, además de incluir a más organismos de la ONU en la lucha contra las «crisis sanitarias», estos cambios proponían ampliar la capacidad de vigilancia y el apoyo al desarrollo de estas capacidades en los países que carecían de la infraestructura necesaria. Como los países del hemisferio sur se opusieron a estos cambios, no se aprobaron. Sin embargo, muestran la forma en que la OMS pretende expandir sus tentáculos, y las negociaciones sobre el tratado pandémico aún continúan.

Vigilancia genómica

En marzo de 2022, la OMS publicó su «Estrategia mundial de vigilancia genómica de los agentes patógenos con potencial pandémico y epidémico, 2022-2032», que aplica la genómica al seguimiento de las enfermedades infecciosas mediante la secuenciación de los genomas de bacterias, parásitos y virus. Los documentos de apoyo dan mucha información sobre lo maravillosa que es la vigilancia genómica para seguir el desarrollo de enfermedades, pero dan sorprendentemente poca información sobre qué tipo de muestras se recogen (¿sangre, saliva, otras?), de qué fuentes y en qué bases de datos se almacenan.

Sin embargo, Johns Hopkins, Nature y otras publicaciones han informado de que «COVID-19 ha creado un momento decisivo para la vigilancia de las aguas residuales». En el artículo «Secretive HHS AI Platform to Predict US Covid-19 Outbreaks Weeks in Advance» („Plataforma secreta de IA del HHS para predecir brotes de Covid-19 en EE.UU. con semanas de antelación“), la periodista especializada en investigación Whitney Webb informa de que las alcantarillas inteligentes y la recogida robotizada de aguas residuales también pueden comercializarse para «no solo ofrecer información sobre el consumo de drogas o los brotes de enfermedades contagiosas, sino también sobre los «hábitos alimentarios» y las «tendencias genéticas» de la comunidad, con el fin de «desarrollar lecturas individuales de barrios concretos». Por supuesto, las mismas muestras -¿de sangre, de aguas residuales? – que supuestamente sirven para rastrear virus y bacterias, almacenan información sobre nuestro ADN. En el artículo «The War Over Genetic Privacy Is Just Beginning» („La guerra por la privacidad genética no ha hecho más que empezar“), John W. Whitehead y Nisha Whitehead explican que, gracias al ADN, los científicos pueden rastrear salmones en cientos de kilómetros cuadrados de arroyos y ríos. Con las bases de datos gubernamentales, de investigación y de ascendencia con perfiles de ADN individuales que abundan, teóricamente no sólo es posible hacer coincidir virus, sino también personas.

El proyecto de la UE «Compare» pretende ampliar esta vigilancia genómica bajo el lema «Una sola salud». En él, 28 socios europeos colaboran para tender a «acelerar la detección y respuesta a los brotes de enfermedades entre humanos y animales en todo el mundo». Este nuevo enfoque de la vigilancia de enfermedades podrá revolucionar la forma de combatirlas a escala mundial.»

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Fuentes

www.who.int/health-topics/one-health

https://d-dean.medium.com/biosecurity-and-politics-giorgio-agamben-396f9ab3b6f4

https://ec.europa.eu/commission/commissioners/2019-2024/kyriakides/announcements/intervention-g20-health-ministerial-one-health-approach-and-global-coordination_en

https://www.onehealthcommission.org/

https://www.rivm.nl/en/documenten/final-strategic-research-agenda-for-one-health-european-joint-programme

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7122847/

https://veeteelt.nl/nieuws/rivm-en-nvwa-starten-onderzoek-naar-zoonosen-melkveehouderij

https://onehealthejp.eu/

https://www.consilium.europa.eu/en/policies/coronavirus/pandemic-treaty/

https://onehealthejp.eu/about/

https://www.who.int/europe/news/item/22-11-2021-new-fao-oie-unep-who-platform-to-tackle-human-animal-and-environmental-health-challenges

https://www.ifaw.org/nl/documenten/van-social-distancing-naar-wildlife-distancing

Uso de la secuenciación genómica

COMPARE pretende desarrollar una plataforma mundial que permita identificar rápidamente los microorganismos causantes de enfermedades que provocan, o pueden provocar, brotes de enfermedades en todo el mundo. El proyecto de investigación utiliza la secuenciación del genoma completo, que permite trazar de una sola vez el perfil completo de ADN de un microorganismo patógeno. «La plataforma que vamos a crear en este proyecto permitirá intercambiar e interpretar en tiempo real información sobre microorganismos patógenos de todo el mundo y compararla con otros datos pertinentes, como los clínicos y epidemiológicos», explican los responsables del consorcio, el profesor Frank Møller Aarestrup, del Instituto Nacional de Alimentación de Dinamarca, y la profesora Marion Koopmans, del Erasmus MC de los Países Bajos. «El objetivo es que la plataforma pueda utilizarse para armonizar la forma en que científicos, autoridades, médicos y organizaciones de todo el mundo recogen muestras, generan datos de secuenciación genómica y llevan a cabo evaluaciones de riesgos. Este nuevo enfoque de la vigilancia de enfermedades podrá revolucionar la forma de combatirlas a nivel mundial», añaden Aarestrup y Koopmans.

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Enfoque «One Health“

Las zoonosis -enfermedades que pueden transmitirse de los animales y los alimentos a las personas- son la causa de muchas epidemias a escala internacional. Por eso COMPARE se basa en una colaboración intersectorial y transfronteriza. El proyecto también desarrollará herramientas que puedan utilizarse para diagnosticar y tratar pacientes, investigar brotes y comunicar los riesgos asociados a diversos microorganismos causantes de enfermedades.

https://www.rivm.nl/en/international-projects/compare

Las múltiples formas en que la vigilancia de las aguas residuales está ayudando a combatir el COVID en todo el mundo

El seguimiento de las aguas residuales se utilizaba antes de la pandemia para vigilar la poliomielitis y el consumo de drogas ilícitas, pero ahora se ha disparado el interés por este campo y sus aplicaciones.

https://www.nature.com/articles/d41586-021-01234-1

Cómo COVID-19 creó un momento «decisivo» para la vigilancia de las aguas residuales

La vigilancia de las aguas residuales puede alertar a los investigadores de posibles brotes de COVID, detectando a menudo los casos antes de que aparezcan los síntomas. Esta herramienta también puede servir para detectar brotes de otras enfermedades.

https://publichealth.jhu.edu/2022/how-covid-19-created-a-watershed-moment-for-wastewater-surveillance

https://www.who.int/initiatives/genomic-surveillance-strategy

https://www.phgfoundation.org/briefing/one-health-genomics-why-animal-diseases-matter-for-human-health

https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2022.08.02.22278212v1

Las granjas verticales y la carne de laboratorio se venden como «higiénicas» y libres de zoonosis, porque se producen en condiciones de laboratorio/sala limpia.

https://www.theguardian.com/environment/2022/jun/23/free-range-extensive-farming-may-risk-more-animal-borne-pandemics-than-intensive-factory-farming-study

Covid-19 ha hecho que los expertos reflexionen urgentemente sobre el riesgo de que las enfermedades pasen de los animales de granja a los seres humanos. Examinamos los principales brotes de los dos últimos siglos

https://www.theguardian.com/environment/ng-interactive/2020/sep/15/covid-farm-animals-and-pandemics-diseases-that-changed-the-world

La fuente original de este artículo es Global Research

Copyright © Elze van Hamelen, Global Research, 2022