La gripe aviar, presagio de una nueva dictadura sanitaria
Versión original: De Andere Krant
Autora: Elze van Hamelen
Traducción del neerlandés: FP para OVALmedia
Las autoridades no están abiertas a soluciones alternativas
La crisis de la gripe aviar que asola el mundo sigue exactamente la misma trayectoria que la crisis del coronavirus. El pánico se alimenta con pruebas de PCR. Mientras que en el caso del virus Covid, las personas sanas fueron aisladas, en el caso de la gripe aviar, los animales sanos son sacrificados en masa. La solución ofrecida: vacunación masiva. Pero eso no es todo: la gripe aviar también parece ser presentada por las autoridades sanitarias como una amenaza mucho más amplia para los seres humanos y los animales, que comenzará a justificar drásticas «medidas de protección» dentro de la política sanitaria «Una sola salud» (ver artículo sobre „One Health“, N.d.T.). Los medios de comunicación ya nos están preparando para ello.
En todo el mundo se han sacrificado 272 millones de aves desde octubre de 2021 para combatir la gripe aviar. Desde el 5 de octubre de 2022, los Países Bajos han impuesto a escala nacional la obligación de enjaular y cercar a las aves «de riesgo»: pollos, pavos, gansos y patos. Esto significa que las aves deben permanecer en el interior, en un recinto cerrado. Así pues, las aves domésticas llevan meses encerradas.
La Autoridad neerlandesa de Seguridad Alimentaria y de los Productos de Consumo (NVWA) investiga las granjas sospechosas con un equipo de especialistas. Las muestras tomadas se examinan a continuación en Wageningen en busca de virus. Al igual que en los seres humanos, las autoridades competentes demuestran la presunta presencia del virus mediante una prueba PCR. Esta prueba, que en realidad es un método de multiplicación del ADN y no sirve para el diagnóstico médico, se utilizó durante la crisis del Covid para mantener la idea de que había una pandemia. Los valores de PCR (ciclos de amplificación) se manipularon para seguir informando y aumentando las «infecciones», como ha quedado claro desde entonces. Eso parece estar ocurriendo de nuevo ahora, con la gripe aviar.
Si el equipo de investigación encuentra el virus altamente patógeno de la gripe aviar en las muestras, la granja será sacrificada obligatoriamente. Si hay granjas avícolas cercanas en un radio de 1 kilómetro, también podrán ser sacrificadas preventivamente. Las granjas con aves de corral en un radio de 3 kilómetros también se someten a pruebas, y en un radio de 10 kilómetros se prohíbe el transporte de aves y huevos, entre otras cosas.
Los medios de comunicación informan periódicamente sobre la supuesta muerte de millones de aves a causa de la gripe aviar. Pero esto es engañoso, ya que se refiere principalmente a aves que han sido sacrificadas. El 20 de octubre de 2022, la NVWA informa de que se han sacrificado casi 6 millones de aves en los Países Bajos desde octubre de 2021. En Europa, el total es de 50 millones de aves.
Pero, ¿hasta qué punto es realmente peligrosa la gripe aviar? ¿Es realmente necesario matar a tantos animales sanos para evitar el «contagio»? El avicultor Piet Baars experimentó un sacrificio. Se preocupa mucho por el bienestar de sus pollos, a los que mantiene sanos con tratamientos preventivos con agua vitalizada, probióticos y alimentos ricos en minerales, además de los cuidados convencionales. A la pregunta de si todos los animales están enfermos, responde: «No, como mucho unos pocos. A los que normalmente analizo, los tratamos. Luego la mayoría sobreviven». Sin embargo, las autoridades no están abiertas a soluciones alternativas. «Están con la espalda contra la pared», dice con tristeza.
Uno de los «eco-agricultores» más conocidos del mundo, Joe Salatin, en un artículo «¿Por qué están tan enfermos los pollos?», advierte contra seguir ciegamente la narrativa presentada. Escribe: «Pocas de las aves asesinadas presentaban síntomas o dolor. Cuando una gallina en una granja donde hay millones alojadas da positivo, el gobierno encuentra la excusa perfecta para aplicar sus medidas. Entonces se mata a todas las aves».
Salatin señala que en la naturaleza siempre hay aves que sobreviven a la gripe, y estas aves crean resistencia a la enfermedad. Escribe: «La política de exterminio masivo sin tener en cuenta la inmunidad, y sin investigar por qué algunas aves enferman y otras no, es una locura». Esa inmunidad se destruye precisamente manteniendo a las aves en grandes cantidades en condiciones de vida industriales. Por eso defiende una solución radicalmente distinta: «Dejemos que la enfermedad siga su curso. Los supervivientes podemos seguir criándolos».
También hace hincapié en el bienestar animal y la higiene en los establos. Cada animal tiene un tamaño de grupo óptimo y un entorno natural en el que se siente cómodo. Cuando se supera ese tamaño de grupo y el animal se encuentra en condiciones antinaturales, los animales se vuelven infelices y menos sanos.
Pero la rigurosa lucha contra la gripe aviar puede tener otra finalidad. De hecho, esta nueva pandemia encaja perfectamente en el enfoque «Una sola salud» desarrollado a partir de 2008 por las autoridades sanitarias internacionales, en particular la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Subdivisión de Sanidad Animal de las Naciones Unidas (WOAH), la Subdivisión de Agricultura y Nutrición de las Naciones Unidas (FAO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Estos organismos, junto con financiadores privados como la Fundación Rockefeller y la Fundación Bill y Melinda Gates, así como instituciones de investigación de todo el mundo, como la Universidad de Wageningen y la Universidad Erasmus, han construido una amplia «infraestructura sanitaria» en los últimos 15 años, centrándose principalmente en medidas de control como las vacunaciones.
Según la descripción del Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre Una Sola Salud (OHLEP), del que forma parte la profesora Marion Koopmans en representación de los Países Bajos, «Una Sola Salud» es un «enfoque integrado y unificado destinado a equilibrar y optimizar de forma sostenible la salud de los seres humanos, los animales y los ecosistemas». Según un editorial reciente de la prestigiosa revista médica The Lancet, este principio de «Una sola salud» conduce a un «revolucionario cambio de perspectiva» en el que el ser humano ya no es lo primordial, sino que «toda la vida es igual y tiene la misma importancia». De este modo, de amenazas para los seres humanos, como el Covid, se pasa a amenazas para los animales, como la gripe aviar, y para el medio ambiente, como el cambio climático. Se hace así posible imponer medidas a las personas aunque no estén directamente amenazadas, sino sólo los animales o el medio ambiente.
Uno de los puntos centrales del enfoque «Una sola salud» es la lucha contra las zoonosis, es decir, las enfermedades que pueden transmitirse de los animales a las personas. Desde hace algún tiempo, los medios de comunicación han difundido la idea de que esto podría ocurrir con la gripe aviar. Primero se informó de que la gripe aviar no sólo afectaba a las aves, sino también a los mamíferos: «La gripe aviar también afecta a los mamíferos: Riesgo para los humanos», informó NOS el 3 de enero de este año. El 12 de enero, NOS informaba de que el virus también había afectado a un ser humano: «Esta semana, en Ecuador, una niña de 9 años fue ingresada en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Quito. Estaba gravemente enferma debido a la infección con la variante H5N1 del virus».
El New York Times advertía el 8 de febrero que la gripe aviar se está propagando repetidamente a mamíferos como zorros, mapaches, osos y visones. Los visones son un problema particular, ya que se dice que tienen un elevado «potencial zoonótico». «Los visones captan más rápidamente los virus de otros animales, y ahora también están desarrollando variantes que saltan a los humanos», informaba el mismo día el periódico británico The Guardian en el artículo «Be warned: the next deadly pandemic is not inevitable, but all the elements are in place» («Esté prevenido: la próxima pandemia mortal no es inevitable, pero todos los elementos están en su sitio»).
El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) y otras autoridades culpan de la propagación del virus a las aves silvestres. Los granjeros propagarían aún más el virus a través de sus zapatos. Sin embargo, los humanos también pueden ser un peligro para la fauna salvaje, según informa la WOAH en su informe anual de 2022 «Proteger la salud de la fauna salvaje mejorando los sistemas de vigilancia». «Los patógenos propagados por los humanos pueden ser devastadores para las especies en peligro o vulnerables», dice el informe de WOAH.
La implicación es que las aves silvestres son un peligro para el ganado y los humanos, los humanos un peligro para la naturaleza, y la cría de animales una fuente de brotes de virus – esto basado en pruebas PCR positivas. Así pues, los ingredientes para nuevas campañas de vacunación y cierres parecen estar listos. Por ejemplo, podría prohibirse a la gente salir al exterior o entrar en zonas naturales para proteger la salud planetaria. Las enmiendas a la «Ley de Salud Pública» votadas por el Senado el 16 de mayo, y los cambios propuestos en el «Reglamento Sanitario Internacional» (RSI) de la OMS, garantizan que todas las medidas puedan tomarse de acuerdo con la ley. La protección de los derechos fundamentales de las personas ya no es primordial.
La vacunación como «solución» a la gripe aviar
Hasta ahora no se vacunaba a las aves de corral contra la gripe aviar. Hubo resistencia a esta medida porque dificulta la distinción entre aves vacunadas e infectadas. Además, la vacunación crea problemas para la exportación porque no todos los países aceptan aves vacunadas. Con el agua al cuello, los ganaderos ven en la vacunación un rayo de esperanza. En una carta dirigida a la Cámara de Representantes el 21 de noviembre de 2021, la entonces ministra de Agricultura, Carola Schouten, escribió que Europa había incluido la vacunación en las medidas de control por insistencia de los Países Bajos. La Comisión Europea anunció este cambio el 21 de febrero de 2023. Para controlar los brotes, publicaron nuevas normas sobre la vacunación de las aves de corral para «controlar y prevenir la propagación de la enfermedad». Según la Comisión, esto permitirá de nuevo «el movimiento seguro de animales y productos de origen animal desde las instalaciones de producción y a través de las zonas donde se haya llevado a cabo la vacunación».
La vacunación ya se utiliza ampliamente en la cría de animales. La mayoría de las vacunas son opcionales. Unas pocas son obligatorias, como la vacuna contra la pseudogripe aviar para las aves de corral y la vacuna contra la fiebre Q en ovejas y cabras. En el caso de las vacas, se las controla contra la IBR (rinotraqueitis infecciosa bovina) o la gripe de las vacas. Se recomienda encarecidamente la vacunación para ser declarados «libres de IBR».
Durante la crisis Covid, se lanzaron al mercado las primeras vacunas de ingeniería genética (ARNm) para humanos. Estas vacunas no tradicionales también se están administrando en animales. En un podcast reciente «¿Se están desarrollando vacunas de ARNm para el ganado? ¡Ya lo creo!», el periodista de investigación James Corbett analiza en profundidad la evolución de las vacunas de ARNm para animales. Por ejemplo, la empresa de biotecnología Ceva está probando la misma tecnología de ARNm utilizada en las vacunas Covid para sus vacunas contra las aves de corral.
También se está vacunando a los animales de granjas ecológicas. Las vacunaciones están permitidas, y en algunos casos son obligatorias, en la agricultura ecológica. La etiqueta ecológica tampoco distingue entre vacunas normales y vacunas de ingeniería genética. Dados los efectos secundarios registrados en humanos en asociación con las vacunas de mrna, como alteraciones en el recuento sanguíneo, acumulación de proteínas de espiga en los tejidos, alteración del adn y aumento de cánceres agresivos, es cuestionable que comer animales que experimentan efectos secundarios de las vacunas de ingeniería genética sea saludable.
Véase también: Pseudociencia al servicio de la política: impulsar una pandemia con pruebas PCR