18. 12. 2022 | La gobernanza mundial es algo muy nebuloso y apenas visible que sólo los teóricos de la conspiración pueden llamar «gobierno mundial». En vísperas de la reunión anual del Foro Económico Mundial (FEM) en Davos, el lobby de las grandes empresas ha centrado ahora su atención en su Consejo de Administración. La estructura de la gobernanza mundial puede verse en la lista de nombres.

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K Schwab inaugura Davos 1971

Por Norbert Haering

Traducción: FP para OVALmedia

En la reunión anual del Foro Económico Mundial, al que pertenecen las 1.000 empresas más grandes e influyentes, casi todos los jefes de gobierno importantes peregrinan regularmente a Davos para presentar sus respetos a sus representantes. Esto ya dice algo sobre la distribución del poder en el mundo.

Como las mayores corporaciones, gracias a su poder de mercado, ganan tanto dinero con el que pueden comprar influencia política que genera aún más poder de mercado, el lobby corporativo del FEM ha conseguido poner bajo su propio control la organización de la ONU y sus suborganizaciones, a las que los gobiernos han secado financieramente.

Resistencia a la venta de la ONU a las empresas

25 Oct 2019 | En junio, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llegó a un acuerdo con el Foro Económico Mundial para profundizar en la cooperación. Ahora, más de 200 organizaciones y grupos han unido sus fuerzas para protestar por la subordinación de la labor de la ONU a los intereses empresariales.

(Enlace al artículo original en alemán, N.d.T.)

En los órganos que configuran la política de la ONU, el FEM suele sentarse a la mesa de forma bastante oficial, como si no fuera un grupo de presión, sino la organización neutral para mejorar el mundo que gusta autodenominarse. Además, se ha dotado de un bonito manto de legitimidad al ser reconocida como organización internacional por su país anfitrión, Suiza. El Foro Económico Mundial es el único lobby empresarial cuyos empleados pueden viajar con pasaporte diplomático.

En un breve vídeo (Youtube) que circula por la red, el fundador del Foro, Klaus Schwab, se jacta de que con sus Young Global Leaders penetra en los gobiernos («penetramos en los gabinetes»). Los Jóvenes Líderes Mundiales reciben formación para ser líderes eficaces (en el sentido de las grandes corporaciones) como parte de un programa del Foro Económico Mundial. La mitad del gobierno canadiense está formado por „Jóvenes Líderes Mundiales“, afirma. Merkel era una de ellas, al igual que Baerbock (ministra de exteriores alemana, N.d.T.) y Spahn (ex-ministro de sanidad alemán, N.d.T.) y muchos jefes y ex jefes de gobierno, y ministros de países grandes y pequeños.

Quién es quién entre los globalistas

Si se observa la lista de miembros del Consejo de Administración del FEM (Board of Trustees), que funciona como una fundación, llama la atención el impresionante entrelazamiento de altos representantes de instituciones públicas que se supone deben hacer política en interés de las personas que los eligieron o cuyos gobiernos electos los determinaron; en lugar de actuar como «guardianes de la misión y los valores» de un gran grupo de presión empresarial. Sobre el Patronato, la página web afirma:

«Consejo de Administración: el Foro está dirigido por su fundador y Presidente Ejecutivo, Klaus Schwab. Está regido por un Patronato, personas extraordinarias que actúan como guardianes de su misión y valores supervisando la labor del Foro para promover la ciudadanía global».

La ciudadanía global que se quiere promover implica de qué se trata: en lugar de derechos democráticos de participación para los ciudadanos de un país, sólo habrá una ciudadanía global vinculada a derechos difusos concedidos a voluntad. Se trata de restar poder a los gobiernos y trasladar el poder a organizaciones de ámbito mundial dirigidas por tecnócratas no elegidos. Porque los gobiernos nacionales que creen que tienen algo que decir, que pueden establecer sus propias normas para operar en su territorio, que quieren recaudar impuestos, perturban el negocio de las empresas mundiales.

Así, forman parte del patronato del Foro y promueven la ciudadanía global los siguientes:
– la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde,
– su sucesora al frente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva,
– la Directora General de la Organización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala,
– Tharman Shanmugaratnam, Ministro Principal de Singapur,
– La Viceprimera Ministra y Ministra de Finanzas canadiense, Chrystia Freeland,
– Heizo Takenaka, ex ministro, Japón,
– la Ministra de Telecomunicaciones e Innovación de Ruanda, Paula Ingabire,
– Su Majestad la Reina Rania Al Abdullah de Jordania.

Lo hacen junto con quienes llevan la voz cantante en el mundo empresarial global, es decir, los jefes de las grandes corporaciones del sector financiero (Blackrock, AXA, Carlyle, un grupo financiero saudí, una sociedad de inversiones de Al Gore, una «family office» suiza para los mega-ricos), del sector informático (Salesforce, Accenture), de las industrias básicas (Reliance, African Rainbow Minerals), de las corporaciones industriales globalmente activas (Siemens, Nestlé, Royal Philips) y algunos profesores influyentes, especialmente del ámbito de las finanzas.

Casi todos los miembros de instituciones públicas estudiaron en alguna de las diez principales universidades estadounidenses o en la London School of Economics (LSE) o en Oxford. Muchos tienen en su currículum el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

El poder del FMI

El Fondo Monetario Internacional (FMI), representado por su jefa y su ex jefa, es una de las instituciones más poderosas de la gobernanza mundial. La línea del FMI está determinada por el gobierno estadounidense, que cuenta con una minoría de bloqueo. En 2016, con motivo de una disputa en el Congreso de Estados Unidos sobre la reforma del FMI, el secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, había advertido: «Nuestra seguridad nacional y nuestra seguridad económica están en grave peligro» porque la administración estadounidense de la institución crediticia internacional, que ha durado décadas, estaba amenazada. El economista conservador John B. Taylor, alto funcionario del Tesoro durante la presidencia de George W. Bush, elogió tras la resolución del conflicto: «Estados Unidos tiene ahora la oportunidad, de acuerdo con su estrategia, de marcar la agenda, no sólo económica, sino estratégica y de seguridad».

Sólo algunos de los países con las economías más fuertes no están bajo el pulgar del FMI. Esa organización concede préstamos cuando un país entra en dificultades de pago, lo que puede ocurrir rápidamente incluso sin un comportamiento culpable, por ejemplo cuando las grandes casas financieras (de EEUU) primero inundan el país de dinero y luego, de repente, ponen la marcha atrás.

Estos préstamos sólo se conceden con condiciones favorables a las empresas, como la privatización de las empresas estatales, la liberalización del sistema financiero, la apertura de los mercados, etc. Los que no cumplan estas condiciones y no devuelvan los préstamos del FMI dejarán de recibir dinero de los bancos con actividad internacional. A menos que se trate de Ucrania, en cuyo caso esta regla de hierro cambia rápidamente.

El FMI también evalúa la solidez de los sistemas financieros y las finanzas públicas de los países. Un mal juicio significa que los bancos internacionales dejarán de hacer negocios con usted y se verá abocado a los brazos del FMI.

El Banco Central Europeo

Junto con el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea, el FMI se hizo cargo del gobierno de Atenas durante la crisis del euro. Y cuando los griegos se atrevieron a elegir un gobierno de izquierdas, emprendió una guerra financiera contra él, hasta el punto de impedir a los bancos griegos refinanciarse con el BCE, lo que habría significado su quiebra si el gobierno no se hubiera plegado.

Del mismo modo, durante la crisis del euro, el Banco Central Europeo chantajeó al gobierno irlandés para que asumiera las deudas de los bancos irlandeses con los bancos alemanes y franceses, y a los gobiernos español e italiano para que aplicaran reformas económicas neoliberales en interés de las corporaciones, algunas de las cuales el BCE especificó con detalle.

Si en Europa se eligiera un gobierno que se propusiera atacar el poder y los privilegios del sector financiero, tendría que vestirse muy abrigado.

La pertenencia de Christine Lagarde al Consejo de Administración del FEM también es notable, incluso descarada, porque no pudo unirse al Grupo de los Treinta, el homólogo del Foro Económico Mundial como grupo de presión de la industria financiera, al igual que sus predecesores Draghi y Trichet. Porque, entre otras cosas gracias a los reportajes de este blog y del Handelsblatt, el Defensor del Pueblo de la UE reprendió duramente la pertenencia de Draghi a este club de lobby, en el que jugueteaba a puerta cerrada con los grandes de la banca comercial internacional, y exigió su dimisión. No lo hizo para no meter en problemas a los demás jefes de bancos centrales del grupo.

Pero, a diferencia de Trichet, él quedó fuera inmediatamente después de dejar el BCE y Lagarde no ocupó su lugar. En cambio, ahora forma parte del consejo de administración del Foro Económico Mundial, que, al igual que el Grupo de los Treinta, afirma no ser un grupo de presión con intereses particulares.

Como en el caso del Grupo de los Treinta, por cierto, no hay estadounidenses con cargos públicos en el Consejo de Administración del FEM, aunque el Foro representa predominantemente los intereses de las empresas estadounidenses dominantes e, indirectamente, del gobierno de Estados Unidos. Estados Unidos tiene normas estrictas contra esta forma de corrupción institucionalizada.

Organización Mundial del Comercio

La tarea de la Organización Mundial del Comercio consiste en garantizar que las empresas que operan a escala internacional se enfrenten al menor número posible de obstáculos. El terreno de juego que ha creado está muy inclinado a favor de las grandes empresas de los países industrializados ricos. Se garantiza que los países pobres vendan sus materias primas baratas y, por lo general, sin procesar, y que el poder de mercado de las corporaciones occidentales, garantizado por los conocimientos técnicos, se proteja con derechos de propiedad intelectual fuertes y cada vez más rígidamente aplicados.
A través de los acuerdos de la OMC sobre el libre comercio de datos sin trabas ni impuestos, Estados Unidos está trabajando para consolidar el dominio mundial de Silicon Valley, o al menos el dominio en la parte del mundo dominada por Estados Unidos.

Desde los años setenta, los dos tercios más pobres de los países de la ONU reclaman periódicamente un «Nuevo Orden Económico Mundial» en resoluciones a las que se oponen los países industrializados. Entre otras cosas, reclaman una reforma fundamental de las normas del comercio internacional que les otorgue plena soberanía sobre sus recursos minerales y haga más justas las relaciones de precios entre lo que exportan y lo que importan de los países industrializados.

Okonjo-Iweal, Directora General de la OMC, ejecutiva del Banco Mundial durante muchos años y en alguna ocasión Ministra de Finanzas de Nigeria, el conejillo de indias favorito de los globalistas, no sólo forma parte del Consejo de Administración del Foro Económico Mundial, sino que también ha sido o es miembro de los consejos de Twitter, la alianza de vacunación Gavi financiada por la Fundación Gates, Danone, Standard Chartered Bank, Carnegie Endowment for International Peace, One Campaign (Clinton) y Rockefeller Foundation, entre otros. Es Joven Líder Global del Foro Económico Mundial.

Modelo de país tecnocrático Singapur

Singapur es un Estado totalmente del agrado del Foro Económico Mundial. Una democracia fuertemente controlada y autoritaria que goza de gran éxito económico. Así es como Davos imagina una «gobernanza mundial» tecnocrática dominada por instituciones dirigidas por empresas.
Tharman Shanmugaratnam, economista formado en la LSE, Oxford y la Universidad de Harvard, fue jefe del Grupo de Personas Eminentes sobre Gobernanza Financiera Mundial del G20. Un grupo de expertos debatirá «cómo el G20 puede cumplir mejor su liderazgo continuado», proponiendo mercados financieros aún más abiertos y más poder para las Instituciones Financieras Internacionales. También ha presidido el órgano decisorio del FMI y es miembro de la Junta Consultiva de Alto Nivel sobre Multilateralismo Eficaz de la ONU. También es presidente del grupo de presión de la corporación financiera Grupo de los Treinta.

Imitador Canadá

A diferencia de Singapur, Canadá era considerado hasta hace poco un país modelo de democracia liberal. Pero el invierno pasado, cuando los camioneros se rebelaron contra las rígidas medidas del Covid con un enorme apoyo popular, el gabinete penetrado por la FEM declaró el estado de emergencia y el administrador de la FEM, Freeland, ordenó a los bancos congelar las cuentas de todos los camioneros participantes y de cualquiera que les hubiera apoyado económicamente.

Si se trata de un experimento del Foro Económico Mundial para ver cuánto totalitarismo tolerará el público del «mundo libre», ha tenido éxito en todos los ámbitos. Al menos la cobertura y la indignación en los medios de comunicación occidentales se mantuvieron dentro de unos límites decididamente estrechos.

Canadá impulsará el programa Known Traveller con el Foro Económico Mundial 31. 10. 2022 | Una investigación sobre transparencia en Canadá ha revelado: El Gobierno planea gastarse la friolera de 100 millones de dólares canadienses a partir de 2021 para impulsar el proyecto de vigilancia global Known Traveller Digital Identity junto con el Foro Económico Mundial. El objetivo de todo esto es establecer una autoridad mundial de pasaportes controlada desde EEUU.

Chrystia Freeland es un buen ejemplo del impulso profesional que puede suponer la protección del Foro Económico Mundial. Cuando fue nombrada Joven Líder Mundial, era una periodista de segunda fila en el Financial Times. Llegó a Viceprimera Ministra de Canadá y quién sabe hasta dónde.

Takenaka: el gran privatizador

Heizo Takenaka, educado en la Universidad de Harvard y la Universidad de Pensilvania, entre otras, ocupó diversos cargos ministeriales en Japón desde 2002. Destacó en la privatización de empresas estatales y en el desmantelamiento definitivo del modelo japonés de una economía controlada centralmente por la dirección del crédito y aislada de las adquisiciones extranjeras.

Blackrock

No hay suficiente espacio en un solo artículo para tratar sobre las empresas cuyos presidentes promueven la ciudadanía mundial en el Consejo de Administración del FEM. Por lo tanto, sólo seleccionaré los más importantes y poderosos.

Blackrock es la mayor empresa de inversión del mundo, con más de 10 billones de dólares de capital invertido. Junto con dos o tres competidores estadounidenses, Blackrock posee un número suficiente de acciones en la mayoría de las grandes empresas de EE.UU. y Europa para poder determinar o influir significativamente en la política empresarial. Como esto suele afectar a todos los grandes competidores de un sector, Blackrock y Co. pueden asegurarse de que no haya una competencia agresiva entre ellos, aumentando así el poder de mercado de los grupos.

Entradas de blog sobre Blackrock aquí, aquí, aquí, aquí y aquí. (Blog del autor del artículo, y en alemán, N.d.T.)

El rumbo está cambiando

Las corporaciones y su poder solían ser el enemigo de la izquierda y la derecha las defendía de esos ataques. Pero décadas de propaganda del Foro Económico Mundial y sus aliados en la política, los medios de comunicación y la cultura, en colaboración con la retórica izquierdista liberal, han dado sus frutos y han invertido los polos políticos.

Ahora surgen críticas al dominio del mundo corporativo y a las asociaciones público-privadas que los políticos utilizan para legitimar y apuntalar por parte de políticos de derechas como el gobernador de Florida Ron DeSantis, que dice del Foro Económico Mundial:

«No quiero que nos impongan los valores de Davos, quiero que nos los impongan lugares como Destin, Dunedin, donde yo crecí. Cosas como el Foro Económico Mundial, esas políticas están muertas a su llegada al estado de Florida. No vamos a seguir por ese camino».

O Danielle Smith, la nueva Primera Ministra del estado canadiense de Alberta, que también eligió palabras fuertes tras su toma de posesión:

«Tengo que decir que creo que el servicio sanitario de Alberta es el origen de muchos de los problemas que hemos tenido. Firmó una especie de asociación con el Foro Económico Mundial en plena pandemia. Tenemos que abordarlo. ¿Por qué íbamos a tener algo que ver con el Foro Económico Mundial? Esto tiene que acabar».

Los funcionarios del Servicio de Salud de Alberta han sido despedidos. Pierre Poilievre, líder del partido conservador de la oposición canadiense y probable rival del Primer Ministro Justin Trudeau en las próximas elecciones, se comprometió en mayo a no tener contactos con el Foro Económico Mundial como Primer Ministro:

«Estoy en contra del Foro Económico Mundial. Nunca he estado en la conferencia de Davos que celebra el Foro Económico Mundial. Yo no voy allí, nunca lo haré y mis ministros tampoco».

En Alemania, las críticas de alto nivel a la excesiva influencia del Foro Económico Mundial y a la actitud servil de los gobernantes hacia él siguen siendo decididamente escasas. Pero estamos trabajando en ello.

Este artículo fue publicado originalmente el 19.12.2022 por Norbert Haering

Más información (en alemán, N.d.T.) en:

Cuando los gobiernos recaudan miles de millones de impuestos para Gates y el Foro Económico Mundial, las empresas se han apoderado del gobierno mundial 05. 05. 2020 | La UE y varios gobiernos europeos celebraron el lunes una conferencia de donantes Covid 19 y prometieron 7.400 millones de euros de los contribuyentes. El dinero va a parar de forma poco transparente a organizaciones financiadas por Bill Gates y el Foro Económico Mundial. Durante mucho tiempo, Gates tuvo que dar dinero a la ONU y a los gobiernos para que le permitieran cogobernar el mundo. Ahora Gates recibe dinero de los gobiernos para la gobernanza mundial.

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