Biden muestra signos de demencia
Fuente: De Andere Krant
Autor: Toine De Graaf
Traducción: FP para OVALmedia
Investigadores coreanos han descubierto una relación entre la vacunación del Covid y el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Las vacunas de ARNm, en particular, parecen aumentar el riesgo. Este hallazgo adquiere mayor actualidad por el estado del Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que muestra signos de demencia.
Decir que Joe Biden no se encuentra bien es quedarse corto desde el debate en la CNN con su oponente y candidato presidencial Donald Trump. Biden mostró signos de demencia durante el debate del 27 de junio, y no por primera vez. En este contexto, parece pertinente el estudio publicado recientemente por investigadores coreanos sobre una posible relación entre la vacuna de la corona y la enfermedad de Alzheimer. Cualquiera que escriba el término de búsqueda «Biden covid vaccination» en Google Images verá una paleta de imágenes en las que se muestra a Biden vacunado contra el covid-19.
Desde hace tiempo existe preocupación por los efectos secundarios neurológicos de las vacunas. Por ello, los coreanos investigaron la relación entre la vacunación del coronavirus y la aparición de la enfermedad de Alzheimer y su fase preliminar (deterioro cognitivo leve o DCL). Llevaron a cabo un «estudio de cohortes» retrospectivo a escala nacional utilizando datos del Plan Nacional de Seguros Sanitarios de Corea. Analizaron los datos de una muestra aleatoria del 50% de los residentes de la capital, Seúl, mayores de 65 años. En total, participaron más de medio millón de personas. Los participantes se dividieron en grupos de vacunados y de no vacunados. Los vacunados recibieron distintos tipos de vacunas, incluidas inyecciones de ARNm y ADN. El estudio se centró en los diagnósticos de Alzheimer y DCL, identificados mediante los códigos CIE-10. Los pacientes con demencia vascular o enfermedad de Parkinson sirvieron de control.
Los investigadores descubrieron una mayor incidencia de Alzheimer y DCL en los sujetos vacunados a los tres meses de la inyección. Esto en comparación con el grupo no vacunado. El efecto se observó especialmente en los que recibieron vacunas de ARNm. Según los investigadores, esto pone de relieve la necesidad de «seguir investigando para dilucidar la relación entre las respuestas inmunitarias inducidas por las vacunas y los procesos neurodegenerativos».
El cardiólogo estadounidense Peter McCullough está de acuerdo. En su Substack, Courageous Discourse, informa en respuesta al estudio de que tiene varios pacientes «que parecen desarrollar un rápido deterioro de la función cognitiva tras la vacunación covid-19». A este respecto, señala que la proteína spike se produce en grandes cantidades y durante mucho tiempo tras la inyección de ARNm y «se ha encontrado en el cerebro en la autopsia». Además, la proteína espiga «puede plegarse y formar placas amiloides», características de la enfermedad de Alzheimer.
El estudio coreano no encontró ninguna asociación significativa entre la vacunación covid y la demencia vascular o la enfermedad de Parkinson. Esto nos lleva a preguntarnos qué forma de demencia padece Biden. Esa pregunta también parece preocupar al científico británico John Campbell. Poco después de que el debate resultara desastroso para Biden, Campbell publicó en su popular canal de YouTube un vídeo educativo sobre la demencia. Para ser precisos, sobre una forma menos conocida y habitualmente confundida con las enfermedades de Alzheimer y Parkinson: la demencia con cuerpos de Lewy (DCL), también conocida como «demencia con cuerpos de Lewy». Los cuerpos de Lewy son acumulaciones específicas de proteínas en el cerebro y deben su nombre al neurólogo Friedrich H. Lewy, que fue el primero en descubrir estas acumulaciones de proteínas en el cerebro.
En el vídeo de más de 15 minutos, Campbell proporciona al actual presidente de EE UU y a su familia un diagnóstico adecuado, si es que no estaban ya tras la pista de LBD. Aunque sin mencionar explícitamente a Biden. Sin embargo, las reacciones bajo el vídeo, que ya ha sido visto unas 300.000 veces, lo dicen todo: a nadie se le escapa de quién habla Campbell.
Campbell, que trabajó como enfermero con personas con demencia y, por tanto, sabe de lo que habla, deja claro que la LBD no forma parte del envejecimiento normal y afecta a todos los aspectos de la vida de una persona: su estado de ánimo, su forma de pensar y su forma de moverse. Se caracteriza por una forma lenta de actuar y caminar, que va acompañada de caídas. Las personas con LBD también pueden «congelarse» repentinamente, con la cara convertida en una máscara. También son característicos los periodos de ausencia mental. Es importante diferenciar el diagnóstico del Parkinson, ya que las personas con LBD pueden deteriorarse con la medicación para el Parkinson.
La LBD es un cuadro clínico fluctuante, en el que a veces los pacientes parecen estar en mejor forma y otras veces tienen un aspecto pésimo. Al mismo tiempo, la enfermedad es irreversible y los pacientes con LBD suponen un riesgo potencial para quienes les rodean. Para ello, Campbell utiliza la metáfora cuidadosamente elegida del conductor de autobús con LBD: se pone en peligro a sí mismo, a los pasajeros del autobús y a la gente de la calle. O sea, al mundo entero.
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