Alemania va despertando: la política covidiana se basó en un fraude científico

Fuente: De Andere Krant

Autor: Toine de Graaf

Traducción: FP para OVALmedia

Un antiguo empleado del Instituto Robert Koch (RKI) de Berlín, entregó a la periodista independiente Aya Velázquez un conjunto de datos no censurados de todas las actas de las reuniones del «Equipo de Crisis Covid» alemán. Esto demuestra de forma innegable que toda la política covidiana alemana se basaba en el engaño. La ciencia seguía a la política, y no al revés. La noticia penetró incluso en los informativos de la televisión alemana y en los principales periódicos.

Aya Velázquez consiguió más de 2,5 millones de visitas en X en un solo día, el 23 de julio. Por la mañana, publicó un tuit que empezaba con esta frase: «Acabamos aquí con el drama en torno a los pasajes en negro de los protocolos #RKI». El tuit corrió como la pólvora. Ese fuego lo había prendido a principios de año la revista alemana de internet Multipolar. Tras largos pleitos, consiguió que el RKI tuviera que hacer públicas más de 2.500 páginas de documentos sobre reuniones del equipo alemán de crisis Covid que tuvieron lugar entre enero de 2020 y abril de 2021. Sin embargo: muchos pasajes resultaron estar tachados.

Esto dio lugar a un nuevo proceso judicial en mayo, y el ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, prometió más transparencia. En efecto, los documentos se publicaron sin censura, pero sólo escasamente. Un denunciante del RKI, que ya no trabajaba allí pero podía acceder a los datos, se puso en contacto con Velázquez ese mismo mes. Le entregaron cuatro mil páginas: el conjunto de datos sin censurar de las actas de las reuniones del Equipo de Crisis de Covid de 2020 a 2023, incluido el material complementario.

En las próximas semanas, los periodistas, y quizá también los ciudadanos críticos, se pondrán manos a la obra con el material liberado, que puede arrojar nueva luz sobre la política alemana en materia covidiana. El [periódico] Berliner Zeitung ya le dedicó dos artículos el 23 de julio. El Tagesschau (la agencia estatal de noticias alemana) también se hizo eco de la noticia, aunque sin mencionar a Velázquez por su nombre. En una rueda de prensa en Berlín, retransmitida en directo por X, Velázquez ya hizo algunas revelaciones basadas en el material esa misma mañana, junto con el profesor Stefan Homburg y el periodista independiente Bastian Barucker. En el proceso participó, entre otros, el destacado virólogo alemán Christian Drosten. Basándose en los documentos no censurados del RKI, Velázquez le acusa de «fraude científico» y de «malgastar el dinero de los contribuyentes». Esto se debe a que Drosten supuestamente retiró un estudio propio del RKI alrededor de julio de 2020 «porque las pruebas no dirigidas» a la población, es decir, sin personas con síntomas, no se consideraban útiles en ese estudio y esto contradecía la política del Gobierno alemán. Esto enlaza con un hilo común en los documentos: la ciencia se ajustaba a la política y no al revés, mientras que el gobierno afirmaba que sí.

También es interesante lo que se desprende de los documentos del RKI sobre la narrativa popular de la «pandemia de los no vacunados», que estaba ganando impulso en todo el mundo. Las actas de la reunión del RKI del 5 de noviembre de 2021 muestran que los expertos del panel alemán informaron: «Los medios de comunicación hablan de una pandemia de los no vacunados». Técnicamente incorrecto. ¿Debería incluirse esto en la comunicación?». Al parecer, la respuesta a la pregunta fue negativa. «Porque en otoño e invierno de 2021, la historia de la ‘pandemia de los no vacunados’ estuvo en boca de todos», informó el Berliner Zeitung inmediatamente después de la rueda de prensa. En noviembre de 2021, el entonces director de la Asociación Médica Mundial, Frank Ulrich Montgomery, incluso elevó la narrativa a una «tiranía de los no vacunados» en una emisión de la cadena pública ARD. De este modo, se culpó a los no vacunados, de forma totalmente injusta, de la continuación de las medidas.

«Esta historia de que los no vacunados fueron los culpables de la pandemia ha persistido en Alemania durante mucho tiempo y algunas personas siguen creyéndola hoy en día», escribe el Berliner Zeitung. «Con la publicación de los archivos completos y sin censura del RKI, esta creencia debe haber quedado ahora desacreditada». Según el periódico, debería investigarse por qué y quién difundió y promovió eficazmente esta fuerte historia. «Porque no se trata precisamente de un asunto menor. Esta suposición -ahora claramente falsa- de que los no vacunados habrían alimentado la pandemia dio lugar a otras medidas como la 2G y la 3G». Con la 3G, un ciudadano podía acceder a ciertos lugares si estaba totalmente vacunado, se había recuperado del coronavirus o había dado negativo en una prueba recientemente. Con la 2G, sólo podían acceder vacunados y recuperados.

Velázquez, en X, expresa su agradecimiento al periodista Paul Schreyer, de Multipolar, que no abandonó su batalla legal, pero también al ex-empleado del RKI que filtró las informaciones. Subraya que incluso las grandes instituciones «sin rostro», como el RKI, emplean a gente corriente. «Personas que, como nosotros, tienen sus pensamientos y quieren un futuro mejor para todos nosotros: libre de totalitarismo, paternalismo político y la violación sistemática de los derechos de autodeterminación física», dijo Velázquez. «Este espíritu -nuestra solidaridad mutua como ciudadanos- es inquebrantable. Los poderosos lo saben. Es lo que más temen. El talón de Aquiles del actual sistema político somos los humanos, porque cada uno de nosotros tiene poder“.