La ONU da un paso más hacia el control de todas las actividades digitales en el mundo
Fuente: De Andere Krant
Autor: Ido Dijkstra
Traducción: FP para OVALmedia
Las Naciones Unidas, a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), han lanzado, sin mucha publicidad, una nueva infraestructura. Con la Infraestructura Pública Digital (IPD), puede llegar a controlar todas las actividades digitales importantes de los ciudadanos de todo el mundo. El proyecto se desplegará en al menos 50 países durante los próximos cinco años. «Si pensabas que sólo la cbdc es una mala noticia, entonces esto es una absoluta pesadilla», dijo.
Instituciones globalistas como la ONU, los BRICS y la UE llevan años trabajando para digitalizar por completo los sistemas de intercambio de datos con los que funciona el mundo. Pensemos en dinero digital en forma de cbdcs, identidad digital (como el eID ya aprobado por el Consejo Europeo), datos biométricos como el escáner del pulgar y el reconocimiento facial, así como pasaportes de vacunas digitales y huellas de carbono. Todos estos valiosos datos se gestionan mediante sistemas independientes a través de superordenadores y se almacenan en megaservidores.
La ONU, entre sus textos promocionales, deja entrever que quiere avanzar hacia un mundo en el que todos estos sistemas funcionen juntos, o «sean interoperables». Si todos los sistemas de datos individuales se consideran autopistas, la Infraestructura Pública Digital (DPI), lanzada el 8 de noviembre, es la megaunión digital que los conecta. «La DPI se refiere a una red segura e interoperable de componentes que incluyen pagos digitales, identificación y sistemas de intercambio de datos. Es esencial para la participación en los mercados y la sociedad en la era digital. La DPI es necesaria para que todos los países construyan economías resistentes e innovadoras, y para el bienestar de las personas», afirma el propio PNUD.
A través del programa „50in5“ -proyecto liderado por el PNUD, en el que también participan Unicef, la Fundación Bill y Melinda Gates y la Fundación Rockefeller-, 11 países han sido admitidos este mes en la nueva «red de autopistas digitales». Entre ellos figuran los llamados First Movers, como Bangladesh, Estonia, Etiopía, Guatemala, Moldavia, Senegal, Sierra Leona, Singapur, Brasil, Togo y Noruega. El objetivo es llegar a 50 países en 2028, dentro de cinco años: de ahí lo de „50in5“. Pero, leyendo entre líneas, con el tiempo todos los países de la ONU deberían empezar a utilizar estas autopistas.
Los líderes gubernamentales están encantados con el desarrollo, según revelan en un vídeo promocional en el sitio del PNUD. «Durante este viaje digital, estamos dispuestos a compartir las lecciones pertinentes y las mejores prácticas con otros países del 50 en 5, y estamos deseosos de aprender de los demás. También pondremos a disposición algunas de nuestras tecnologías probadas como código abierto», afirma Karianne Tung, Ministra de Digitalización y Administración Pública de Noruega.
Los críticos advierten contra el cuento de hadas unilateral que cuentan los globalistas y los gobernantes de los países pequeños y pobres, que ahora también tendrán la oportunidad de viajar de forma «inclusiva» por la «autopista» mundial. Consideran que el DIP es el eslabón perdido del nuevo orden mundial soñado por los globalistas. Con el DIP, la autoridad central, presumiblemente la ONU, ha iniciado un cambio de infraestructura global. Entre otros, el hombre detrás del Brexit, Nigel Farage, advierte de las consecuencias e intenta que el Reino Unido no se conecte. «La gente no se da cuenta de que ya ha empezado en la UE. Quieren un DNI digital respaldado por una moneda digital del Banco Central». Ursula von der Leyen ya ha indicado que esto va a ocurrir a nivel mundial. Quiero que el gobierno del Reino Unido diga que no, porque imagínate que esta base de datos global llegue a manos de gente mala que pueda controlar completamente nuestras vidas».
El investigador de Wide Awake Media Tim Hichcliffe llama al DPI «un mecanismo que allana el camino para una posible vigilancia y control a través de identificaciones digitales, cbdcs, pasaportes de vacunación, huellas de co2 y otros rastreos de datos para futuras ciudades de 15 minutos, sistemas de crédito social en un mundo donde se proclama un bloqueo basado en los datos recogidos».
En su canal de YouTube Money GPS, David Quintieri, autor del libro Global Economic Collapse, califica el DPI como «el mayor proyecto de vigilancia del mundo». «Si pensabas que sólo la cbdc es una mala noticia, esto es una absoluta pesadilla».
dakl.co.uk/DPI