Cero neto: el suicidio de Europa
Fuente: De Andere Krant
Autor: Karel Beckman
Traducción: FP para OVALmedia
16 de mayo 2023
Europa se está suicidando económicamente. O mejor dicho: los responsables políticos europeos (incluidos los de La Haya) están matando la economía europea.
Ellos mismos llaman a sus políticas «net zero». Un nombre apropiado. ¿Cero emisiones de CO2? No, bienestar cero. Nos guste o no, nuestra prosperidad se basa en los combustibles fósiles. Petróleo, carbón, gas. Esto es lo que Timmermans, Rutte y consortes quieren eliminar. Quieren sustituirlos por «energía solar» y «energía eólica». Esto sólo es posible si desmantelamos la economía. O volvemos al medio millón de habitantes.
En Gran Bretaña, un grupo de consultores gubernamentales (FIRES) ha calculado lo que se necesita para alcanzar el «cero neto» en 2050. Un 60% menos: uso del coche, calefacción, consumo de alimentos y energía. Volar ya no se puede hacer en absoluto. Pero sí saltar desde puentes y edificios altos.
Alemania lleva años liderando el fanatismo por el clima. El país ha gastado un billón de euros en impulsar las energías «renovables» desde el inicio de su „Energiewende“ („Cambio energético“), alrededor de 2010. (Fuente: ex ministro de Economía Peter Altmaier). ¿Cuál es el resultado? El porcentaje de energía «solar» y «eólica» en el suministro energético de Alemania es ahora del 6%. (Fuente: página web alemana pro-climática Clean Energy Wire, véase German energy mix 2022: energy sources share in primary energy consumption). El carbón, el petróleo y el gas siguen representando el 80% del consumo energético alemán después de mil millones.
El Gobierno alemán ha anunciado ahora planes para reducir el consumo de energía en un 26,5% de aquí a 2030. Para 2045, el consumo deberá reducirse un 45%. Dejemos que esto se asimile por un momento. ¿Qué es esto sino el desmantelamiento de Alemania como nación industrial? La única alternativa real libre de CO2 a los combustibles fósiles es la energía nuclear. Alemania acaba de cerrar su última central nuclear. El Gobierno de Berlín también quiere prohibir que los hogares compren nuevos sistemas de calefacción de gas a partir del 1 de enero de 2024. Los Países Bajos le seguirán en 2026. ¿Alguien ha mencionado la política climática totalitaria?
Europa (La „EU“, n.d.T.) es la única del mundo que se impone esto a sí misma. India y China construyen una nueva central eléctrica de carbón tras otra. Estados Unidos nunca dejará los combustibles fósiles. Esta política no sólo no es necesaria (porque no hay «crisis climática»), sino que además es inútil (y contraproducente, N.d.T.)
La realidad de la política climática está empezando a calar poco a poco. Las medidas draconianas contra la austeridad que nos están metiendo por la garganta van a golpear con fuerza. El profesor Kurt Lauk, ex miembro de la CDU y ex director de Audi, advierte de que pronto el 50% de los alemanes no podrán permitirse comprar un coche. (También señala que se están desperdiciando 150 años de conocimientos tecnológicos e industriales. ¿Los mejores coches del mundo? Algo del pasado.
La empresa de investigación económica SEO ha calculado que la aviación cargará con 820.000 millones de euros en costes adicionales debido a las políticas climáticas, y que esto también significará que volar pronto estará reservado sólo a la élite.
Anna Bajomi, experta en pobreza energética, sostiene en la publicación bruselense Euractiv que la política climática de la UE «tendrá un impacto desastroso en los grupos de bajos ingresos». La necesidad ya es alta en Europa del Este, donde mucha gente tiene que calentarse con leña. Porque ése es el reverso cínico de la política climática. Para ello se talan bosques. Para ello se sacrifican tierras de cultivo. Los mares se llenan de turbinas eólicas que acribillan pájaros, molestan a las ballenas, filtran toxinas y apenas se pueden reciclar. Los pastos están siendo arruinados por los paneles solares. El mundo está siendo envenenado por la minería necesaria para producir baterías. Clima salvado, medio ambiente fastidiado.
Nada de esto interesa a los responsables políticos de Bruselas o La Haya. Lauk advierte del «malestar social» en Alemania. En Francia ya existe. Los alemanes son más dóciles. Hasta que se hartan de verdad. Entonces se producirá una explosión en la que las protestas francesas palidecerán. Pero para entonces será demasiado tarde. Entonces nos haremos de rogar.
¿Quién evitará este desastre? ¿Es posible una amplia coalición para abortar el «net zero»?
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